La nueva red ferroviaria báltica, con 870 kilómetros en total, no requerirá adaptaciones para la conexión de los países bálticos con el resto de Europa.
Para la Espo, ya es hora de que las políticas de transporte reconozcan la contribución del transporte marítimo a los objetivos europeos e igualen sus condiciones con las del transporte terrestre.
Entre los asuntos que se tratarán, destaca la situación actual y futura de las terminales intermodales españolas dentro de la Red Transeuropea de Transporte.
Además de las ventajas de su menor coste, el ferrocarril conllevaría un ahorro de más de 40 millones de toneladas de emisiones anuales y el descenso del número de camiones en las autopistas.
Las nuevas guías deben reconocer la importancia de estas instalaciones como puntos estratégicos multimodales, nodos de energía y hubs digitales por encima de su papel como componentes de la infraestructura de transporte marítimo.
Se ha abierto la licitación para buscar una empresa que se encargue de la identificación, priorización, planificación, elaboración y acompañamiento en la fase de preparación de propuestas a presentar en las próximas convocatorias CEF de 2019 y 2020.
Desde la Espo, también han pedido que los puertos sean tratados en el programa como los proyectos transfronterizos, dado el papel que juegan como puertas al comercio internacional.
Los navieros europeos consideran que el texto presentado recientemente por la UE en torno a la liberalización de los servicios portuarios refleja la "falta de ambición de los Estados miembros con respecto a sus puertos"
Se prestará especial atención a la conectividad del corredor con los puertos de Sagunto y Valencia, que se presentan como grandes nodos intermodales de ruptura de carga.