El objetivo de la colaboración es diseñar un modelo de reparto sostenible con vehículos eléctricos que ayude a reducir las emisiones de CO2, así como las emisiones de efecto invernadero.
La fábrica de Madrid se centrará exclusivamente en la producción de los vehículos industriales pesados Stralis y Trakker, mientras que las cabinas se producirán en la planta de Valladolid que abandona la fabricación de la Daily.
Se ha anunciado una línea de subvenciones públicas de hasta 12.000 euros para la adquisición de un modelo 100% eléctrico que se emplee para el reparto de mercancías.
Con la inversión prevista, el grupo espera mantener la tendencia de incremento de facturación, que pasó de 203,5 millones en 2012, a 218 en 2013 y 238 en 2014, un 8,5% más.
El Ayuntamiento de la capital vallisoletana prevé impulsar una serie de medidas con el objetivo de que "a medio plazo" sólo puedan entrar al centro de la ciudad los medios de transporte poco contaminantes.