La línea AL6 de Hapag-Lloyd, ONE y Yang Ming se combinará con la ruta Amerigo operada por CMA-CGM, Cosco y OOCL en un nuevo servicio con seis buques de 8.000 TEUs.
Todos estos buques le permitirán mejorar sus operaciones diarias y cumplir con los nuevos límites de azufre establecidos por la Organización Marítima Internacional.
Desde septiembre de 2017, se han incorporado al mercado embarcaciones con capacidad para 986.000 TEUs, muy por encima de los 361.000 TEUs entre enero de 2016 y agosto de 2017.
Muchas navieras han tomado medidas para reducir el impacto negativo del tonelaje adicional previsto para el ejercicio, retrasando las entregas de algunos buques hasta el 2019.
Solamente cuatro operadores de mediano tamaño siguen siendo independientes, aunque tres de ellos cuentan con financiación de sus respectivos gobiernos.
La difícil situación del noveno operador mundial afecta a todo el sector del transporte marítimo de contenedores, que difícilmente podría hacer frente a su desaparición.
Su objetivo es que la recuperación del mercado le permita impulsar sus beneficios de explotación, pero sus ingresos continúan siendo escasos y se prevé que presente pérdidas netas en el primer trimestre.
Las afirmaciones de la naviera contrastan con la información recogida en el último informe de Drewry, en el que se alertaba sobre su situación financiera.