La Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras, Acex, ha celebrado la jornada “Preparados para lo imprevisto. La carretera, infraestructura crítica”, en la que expertos en carreteras de todo el país se han reunido para analizar el trabajo que requieren para estar listas ante situaciones imprevistas tales como danas, terremotos, inundaciones o incendios, así como la labor que deben llevar a cabo los profesionales encargados de su gestión y conservación.
Jorge García Montoro, consejero de Fomento e Infraestructuras del Gobierno de la Región de Murcia, ha inaugurado esta sesión, en la que se ha explicado que “invertir en el mantenimiento de las carreteras no es un gasto, es una garantía de seguridad, de cohesión territorial y de competitividad económica".
Además, ha insistido en que “es prioritario garantizar la prestación del servicio de la red viaria regional en esos episodios de fuertes precipitaciones” que sufre a menudo la zona y ha reclamado al Gobierno “que ejecute las obras hidráulicas de contención y de abastecimiento pendientes durante demasiados años, imprescindibles para garantizar la seguridad, los servicios y la conectividad”.
Por su parte, el presidente de Acex, Federico Soria, ha recordado que el déficit de inversión que arrastran las carreteras del país ya supera los 13.000 millones de euros. En esta línea, ha destacado que “la conservación y la gestión de infraestructuras son pilares invisibles de la movilidad que se vuelven visibles y decisivos en momentos críticos. Actuar con rapidez, eficacia y seguridad es tan importante como prevenir”.
Es por ello que la conservación se considera una inversión estratégica, pues genera retornos económicos, sociales y ambientales. Tal y como ha explicado en su intervención, “cada euro invertido en mantenimiento evita hasta cinco euros futuros”, por lo que resulta imprescindible contar con una financiación adecuada a los retos actuales, que permita planificar los trabajos anualmente y prevenir las consecuencias de situaciones adversas futuras.
Uno de los objetivos es dotar de mayor visibilidad a la conservación de infraestructuras, un servicio fundamental que garantiza la seguridad en las carreteras, la movilidad de los ciudadanos y los servicios de emergencias, el equilibrio territorial y la sostenibilidad. Por eso, se han compartido experiencias reales y estrategias prácticas de diferentes comunidades autónomas en situaciones de emergencia, como lluvias torrenciales, terremotos, nieve, apagones e incendios, cada vez más frecuentes.
Asimismo, se ha puesto en valor el trabajo diario que realizan las empresas del sector, las administraciones y los profesionales que están sobre el terreno. Respecto a la digitalización, en los últimos años se ha avanzado significativamente en la aplicación de tecnologías innovadoras que optimizan los procesos de vigilancia, gestión y conservación de carreteras, como las soluciones basadas en inteligencia artificial y la automatización, que permiten la detección temprana de desperfectos, el análisis predictivo del estado del firme y la mejora en la programación de operaciones de mantenimiento.