El campo francés mantiene sus protestas y los transporiistas españoles pagan el pato, lo normal en estos casos.
En este contexto, CETM ha emitido un comunicado en que "lamenta que, pese a las denuncias realizadas, los cortes de carreteras en Francia continúen por tercer día consecutivo y los transportistas españoles sigan siendo los principales perjudicados, sin que se haya producido ninguna respuesta eficaz que ponga fin a esta situación intolerable".
"Absoluto silencio"
De igual modo, la patronal califica de "hecho especialmente grave", el "absoluto silencio del ministro de Transportes, Óscar Puente, que hasta el momento no ha realizado ninguna declaración pública ni ha anunciado medida alguna para defender, apoyar o proteger a los transportistas españoles que están siendo directamente perjudicados".
La organización empresarial argumenta que "esta falta de posicionamiento institucional resulta incomprensible y profundamente decepcionante para un sector estratégico que sostiene el abastecimiento, la industria y la economía del país".
Consecuentemente, la entidad reclama "al Ministerio de Transportes que rompa de inmediato su silencio, que actúe con firmeza y que defienda de manera activa los intereses del transporte español ante las autoridades francesas y europeas".
Según su criterio, "el transporte de mercancías por carretera no puede seguir siendo invisible cuando se ve atacado, ni puede ser tratado como un daño colateral asumible".
Por ello, la entidad constata que "si el Gobierno no actúa de inmediato, estará avalando con su inacción una situación injusta, reiterada y profundamente perjudicial tanto para el sector del transporte como para el conjunto de la economía española".
Poner en valor la actuación del Gobierno vasco
Por contraste, CETM reconoce que "el Gobierno vasco ha establecido medidas especiales de circulación para permitir que los camiones crucen la frontera por tramos horarios, una respuesta que, aunque valoramos, resulta insuficiente, ya que los conductores, con un paso limitado a unos 200 camiones por hora, deben afrontar largas esperas y corren el riesgo de quedar posteriormente atrapados en Francia".