Los transportistas navarros han vuelto a mostrar su oposición a los peajes y han reclamado una fiscalidad más justa en una nueva marcha lenta celebrada el pasado viernes, 31 de octubre, en Pamplona.
Durante aproximadamente una hora y media, más de un centenar de vehículos pesados circularon por algunas de las principales calles de la capital vasca para reclamar acción al Gobierno foral y respeto para el sector.
Tradisna asegura que "estamos cansados del silencio y del abandono. Llevamos meses esperando respuestas. Hoy Pamplona ha escuchado lo que el Gobierno foral no quiere oír: que el transporte es esencial y exige respeto".
Esta acción forma parte de un calendario de movilizaciones impulsado por Trafisna, Anet e Hiru desde principios del pasado mes de octubre y que ha implicado otras dos concentraciones en Cordovilla y Ribaforada.
Así mismo, las organizaciones de transportistas navarras tiene prevista una nueva concentración el próximo sábado 8 de noviembre que serviraá de colofón para este calendario destinado a reclamar soluciones reales y compromiso institucional.
En particular, con estas medidas Hiru, Anet y Tradisna, denuncian una fiscalidad más alta que en otras comunidades, el deterioro de las infraestructuras viarias y la imposición de peajes que califican de penalizació” para la economía de la región.
Así mismo, las tres entidades reclaman al Ejecutivo autonómivo que no ponga peajes a los camiones hasta mientras no se apliquen en el resto del país y que adopte medidas para mejorar la competitividad del sector.
Concretamente, las organizaciones calculan que los nuevos peajes podrían suponer más de mil euros mensuales por vehículo pesado y critican lo que estiman agravio comparativo.
Además, alertan de una siniestralidad creciente y de la falta de inversión en carreteras, a lo que suman el envejecimiento del colectivo de conductores y la falta de relevo generacional.