Tradicionalmente, los conductores profesionales han venido realizando sin controvesia labores de estiba y desestiba en algunos segmentos altamente especializados como son los casos de las mercancías peligrosas, carga fraccionada y transporte de vehículos terminados.
Sin embargo, en este último caso, parece que empiecen a oírse voces contrarias a la realización de estas tareas dada la alta inseguridad que se registra. En este sentido, y pese a la alta especialización del personal que las lleva a cabo y de los protocolos desarrollados al efecto, la patronal europea ECG estima que uno de cada diez incidentes en este segmento se produce en labores de estiba en los concesionarios, que, por lo general, se realizan directamente en la calle, donde el peligro es más alto que en una zona de carga acotada como una campa, un polígono o unas instalaciones industriales o logísticas.
De manera particular, el trabajo apunta que los conductores corren un alto riesgo de ser atropellados a alta velocidad y sin posibilidad de poder reaccionar.
Ante esta realidad, la propia ECG se plantea la posibilidad de que los conductores dejen de ejecutar estas tareas si no se cuenta con áreas de seguridad adecuadas para llevar a cabo las labores de carga y descarga de los automóviles.
Además, la patronal se ofrece para prestar asistencia a empresas de transporte de vehículos y operadores logísticos en caso de que no se alcancen acuerdos con los concesionarios o las instalaciones de carga y descarga.
En este mismo sentido, la ECG ha anunciado también que dará a conocer la situación y las medidas a adoptar a la industria automovilística próximamente.