A medida que se acerca el final de 2025, los buques de combustible dual representarán alrededor de la mitad de los pedidos de nueva construcción a nivel mundial, destacando los motores a GNL en casi el 70% de esos buques. Esto refleja, según Columbia Group, la respuesta pragmática de la industria al endurecimiento de las regulaciones y la incertidumbre sobre los combustibles del futuro.
Por ello, considera que los buques con motores dual-fuel serán los protagonistas en la próxima década, pues al no existir una alternativa clara y escalable sin emisiones, los buques propulsados por Gas Natural Licuado se han convertido en la solución más viable para el sector.
El GNL es ahora una tecnología puente que permite cumplir con las normas actuales y, al mismo tiempo, ofrece confianza para la próxima década. Del mismo modo, los diseños de combustible dual ofrecen flexibilidad a los operadores, reduciendo la exposición a los riesgos normativos y comerciales.
No obstante, este tipo de embarcaciones cuentan con sistemas más complejos, los costes de capital son más elevados y la gestión del combustible es mucho más exigente. Equilibrar el GNL con los combustibles convencionales, como el VLSFO, requiere una planificación cuidadosa y una supervisión operativa para garantizar que funcionen de forma segura, eficiente y cumpliendo con la normativa.
Es por ello que Columbia Group está apostando por la formación de la tripulación y ampliando los programas para garantizar que los marineros se sientan seguros al utilizar los sistemas de combustible dual. La formación basada en simuladores complementa ahora el aprendizaje en el aula y abarca el cambio de combustible, la manipulación criogénica y los procedimientos de emergencia.
Igualmente, está invirtiendo en optimización digital, apostando por plataformas como EngineLink + POCR que le ayudan a realizar un mantenimiento predictivo y elaborar informes sobre emisiones. Estas herramientas proporcionan comparaciones en tiempo real entre el GNL y los combustibles convencionales, detectan anomalías en los motores y recopilan datos sobre fugas de metano para cumplir con la normativa.
Por tanto, puede decirse que se requiere la combinación adecuada de habilidades humanas, experiencia operativa y apoyo digital para navegar por el complejo panorama actual si se quieren obtener unos resultados seguros, sostenibles y comercialmente viables.
Los buques de combustible dual no son la solución definitiva, pero con una gestión adecuada, ofrecen a los armadores la oportunidad de operar de forma más segura, sostenible y eficiente mientras la industria espera una más ampliamente aceptada.
