
La Autoridad Portuaria de Tarragona estima que las terminales intermodales de la Boella y de Marchamalo, así como la ZAL, junto con el relanzamiento de la terminal multipropósito del muelle de Andalucía tienen potencialidad para despertar el interés de empresas y operadores por la rada catalana.
En este sentido, los responsables del enclave creen que estas nuevas infraestructuras y su apuesta por la intermodalidad impulsarán los tráficos de carga general.
De manera particular, el ente gestor portuario calcula que los trabajos de construcción de la terminal intermodal de Marchamalo estarán terminados en septiembre y se prevé que empiece a operar en 2026.
Así mismo, la Autoridad Portuaria considera clave la terminal intermodal de la Boella para impulsar la intermodalidad ferroportuaria y ofrecer soluciones logísticos sostenibles en conexión con el corredor mediterráneo, tal y como ha podido mostar en la feria Transport Logistic celebrada en Munich la semana pasada.