Los puertos de Gijón y Avilés van a impulsar la realización de un estudio de impacto económico de los puertos asturianos de interés general, conforme a la metodología de Puertos del Estado. La intención es licitar dicho estudio antes de que finalice el año, con la idea de conocer su contenido a mediados de 2026.
Según han explicado la presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón, Nieves Roqueñí, y su homólogo del puerto de Avilés, Santiago Rodríguez Vega, la idea es ofrecer una visión integral del sistema portuario estatal de Asturias y de su contribución al PIB y al empleo autonómicos.
Roqueñí ha explicado que contar con un estudio de este tipo “refuerza la posición de los dos puertos en la planificación estratégica y la captación de inversiones, y mejorará la percepción pública de ambos como motor económico”. Sin embargo, el último data del año 2004 y es preciso cuantificar el impacto bajo la nueva metodología de Puertos del Estado.
En este sentido, teniendo en cuenta que ambos puertos contribuyen a la economía regional, la presidenta de la dársena gijonesa considera que “tiene todo el sentido hacer ese contrato de asistencia conjuntamente, ya que los datos regionales van a ser comunes a ambos puertos”.
Además, Roqueñí ha hecho hincapié en otros ámbitos de colaboración entre ambas autoridades portuarias, como la presencia en ferias comerciales internacionales, o el desarrollo de programas formativos conjuntos dirigidos al personal y relacionados con innovación, digitalización y aplicación de la inteligencia artificial en un marco de Economía Azul.
Por su parte, Rodríguez Vega considera que el estudio “permitirá determinar la dependencia estructural del tejido industrial respecto a los puertos y justificar las inversiones portuarias con base empírica”. Igualmente, entiende que “han pasado muchas cosas desde 2004 y ambos puertos estamos sumidos en procesos de impulso de nuevas actividades industriales vinculadas a la actividad portuaria”.
Los dos puertos son claves en la estructura productiva de Asturias, pues canalizan exportaciones siderúrgicas, de carga de proyecto, químicas, de componentes eólicos y para plantas energéticas, así como importaciones de materias primas y graneles industriales.