José Ramón Freire, director General de la Asociación Española del Bioetanol

Biorrefinerías y transición energética

En España la fiscalidad que grava actualmente el bioetanol es superior a la de los combustibles fósiles, lo que impide que se desarrolle su logística y suministro.
01/11/2020 a las 1:13 h

Los biocombustibles representan a nivel europeo el 89% de todas las fuentes de energía renovables en el transporte. La industria del bioetanol española produce combustible renovable, alcohol sanitario y piensos compuestos saludables, al haberse retirado en forma de bioetanol el aporte energético al ganado (grasas).

Este año, la crisis del Covid-19 ha subrayado que es estratégico para un país mantener unas capacidades agrarias, ganaderas e industriales mínimas (seguridad alimentaria). La producción de bioetanol a partir de residuos o cultivos es una salida rentable para mantener la producción agrícola y ganadera, una forma de añadir valor a los cultivos y de industrializar las áreas rurales.

Las refinerías deben dejar paso a las biorrefinerías: plantas industriales en donde se fabrican eco-carburantes, pero también otros bioproductos, se extraen los nutrientes de los cereales, se captura CO2, etc. y todo ello con la participación de los agricultores y ganaderos a través de sus cooperativas.

El bioetanol no compite por tanto con la alimentación, se fabrica con materias primas europeas, evita el abandono del campo, contribuye al desarrollo rural, es un camino probado y rápido (usando las infraestructuras y vehículos existentes) para la descarbonización y por último, puede disminuir las importaciones de petróleo.

Sin embargo, el desarrollo del mercado en España no está al nivel europeo. En España, al repostar gasolina estamos repostando hasta un 5% de bioetanol (gasolina E5), la imperiosa necesidad de descarbonización nos tiene que llevar a usar mezclas mayores, por ejemplo mediante la adopción como un estándar de la gasolina E10 (10% de bioetanol) como ya lo han hecho 13 Estados miembros de la UE.

El potencial de contribución del bioetanol no se limita a la mezcla con la gasolina, el combustible E85 (85% bioetanol) podría considerarse la “gasolina renovable” y el ED95 (95% bioetanol) ya propulsa con un balance casi neutro en emisiones camiones y autobuses Scania en el norte de Europa. El precio medio en Francia del E85 es de unos 0,7€/l, proporciona un 40% de ahorro gracias a los incentivos fiscales.

[sumario]En España la fiscalidad que grava actualmente el bioetanol es superior a la de los combustibles fósiles, lo que impide que se desarrolle su logística y suministro.[/sumario]

Este marco favorable conduce a que el 25% de las estaciones de servicio francesas ofrecen esta gasolina renovable, y algunas marcas ya venden vehículos que pueden usar gasolina normal y también la gasolina renovable.

Sin embargo, en España la fiscalidad que grava actualmente el bioetanol es superior a la de los combustibles fósiles, lo que impide que se desarrolle su logística y suministro.

Las biorrefinerías son parte de una estrategia de economía circular que hace más efectivo uso de tierra y valoriza los residuos, al tiempo que reduce la dependencia del combustible fósil. Son una solución en constante evolución; la solución más rentable para la producción de hidrógeno renovable podría ser el reformado de bioetanol, contar con la colaboración de la bioenergía en la transición energética limita el riesgo de que las tierras fértiles se conviertan en inmensas extensiones fotovoltaicas.

Capturar el CO2 en todos los procesos es posible, las actuales emisiones neutras podrían dar paso a un balance negativo. El proceso conjunto: cultivo sostenible, la producción de bioetanol y producción de hidrógeno, se estaría comportando como un sumidero de CO2 de la atmosfera. Una lástima que el campo español se abandone y que la potencial contribución del bioetanol se vea obstaculizada por el límite general a los biocombustibles.

Elevar ese límite para el bioetanol, unido a una fiscalidad adecuada podría contribuir a desarrollar la demanda, lo que sin duda arrastraría las inversiones en cultivos, nuevas plantas de segunda generación (bioetanol a partir de residuos) e incluso desarrollar soluciones para la producción de H2 por reformado de bioetanol.

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