Vicente Segura, Socio de Consultoría de Estrategia y Operaciones de Deloitte

La digitalización como palanca transformacional del sector logístico

Es preciso que para responder a un enfoque centrado en la permanente satisfacción del cliente, las empresas logísticas deben impulsar la digitalización como palanca transformadora.
08/02/2021 a las 0:38 h

El sector logístico vive una era marcada por unos niveles de innovación sin precedentes. Se trata de un período dinámico, caracterizado por una vorágine de cambios en los patrones de comportamiento del cliente y del consumidor e importantes disrupciones tecnológicas, que demandan una rápida adaptación para las compañías logísticas y el ecosistema en el que operan.

A diferencia de lo que sucedía años atrás, esta frecuencia de revoluciones socioeconómicas ha forzado a que las cadenas de suministro no tengan que enfocarse exclusivamente en mejorar sus niveles de eficiencia y de servicio; sino que ahora también les urge la necesidad de ganar en flexibilidad y resiliencia, a fin de adaptarse de manera rentable y eficaz a las constantes transformaciones del entorno y los diferentes modelos de consumidor, tal y como han emergido de la crisis derivada de la Covid-19.

Son primordiales la colaboración público-privada, una regulación sólida por parte de las Administraciones de las soluciones que se implementen, la modernización y digitalización de las infraestructuras, y la incorporación de nuevas tecnologías paran la digitalización completa de la cadena de suministro, que roboticen funciones manuales y que incrementen la colaboración y comunicación entre todos los stakeholders del sector, con la máxima de ser más rápidos, ágiles, flexibles, eficaces y eficientes.

Así, en distribución urbana de mercancías, en un contexto de crecimiento exponencial de la facturación en el e-commerce, resulta crucial reducir los altos costes de manipulación, transporte y entrega asociados a las particularidades de este sector, desarrollando modelos de negocio más flexibles y eficientes.

[sumario]Esta evolución está elevando el nivel de exigencia en las cadenas de suministro, impulsando la profesionalización de los modelos de gestión en la distribución y el transporte de mercancías.[/sumario]

Por otro lado, se debe tener en cuenta que los consumidores de comercio electrónico solicitan  mayores niveles de servicio, con el consiguiente incremento de los costes para los operadores. Por este motivo, las organizaciones concentran sus esfuerzos en mejorar la experiencia de los usuarios del canal e-commerce, quienes reclaman niveles crecientes de omnicanalidad, flexibilidad y sobre todo agilidad y trazabilidad y seguimiento de los envíos. Todo ello obliga a las compañías a desarrollar procesos de compra y entrega más fluidos y amigables.

Para responder a este enfoque, centrado en la permanente satisfacción del cliente, en el cumplimiento de los requisitos de sostenibilidad y en la mejora de la congestión urbana, es preciso que las empresas logísticas impulsen la digitalización como palanca transformadora. El desarrollo de soluciones personalizadas basadas en inteligencia artificial, analítica avanzada, machine learning, blockchain, robotización y automatización de almacenes, pueden ofrecer a sus clientes acceso a grandes volúmenes de información en tiempo real sobre existencias, inventario en tránsito o seguimiento de los pedidos.

A su vez, esta evolución está elevando el nivel de exigencia en las cadenas de suministro, impulsando así la profesionalización de los modelos de gestión en la distribución y el transporte de mercancías. Asistimos así a la consolidación de partners logísticos que, sin disponer de recursos propios, como flotas o almacenes, proporcionan servicios logísticos de asesoramiento, planificación, gestión o localización, delegando la ejecución de las funciones físicas en el operador más adecuado en cada caso.

Por último, las empresas de distribución y transporte de mercancías también están afrontando importantes desafíos en relación con la sostenibilidad ambiental, la mejora de la eficiencia logística y la mejora en los niveles de congestión en los núcleos urbanos, donde este tipo de actividad llega a generar aproximadamente el 15% de la contaminación ambiental. Algunos ejemplos de estas prácticas de mejora incluyen la implementación de plataformas de gestión de zonas de carga y descarga, el despliegue de redes de puntos de entrega y recogida, el reparto con flota de vehículos sostenibles no motorizados, así como el uso de almacenes urbanos.

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