La sostenibilidad ha llegado para quedarse

El transporte lleva décadas apostando por la sostenibilidad, pero no logra transmitir a la sociedad las iniciativas que persiguen contar con una flota cada vez menos contaminante. En un escenario de fuerte transformación, el sector necesita apoyo de las Administraciones y de sus clientes, así como alternativas de mercado realistas con redes de recarga adecuadas.

04/10/2023 a las 15:08 h

Cada vez más empresas de diferentes sectores se proponen controlar su huella de carbono.De esta manera buscan atender a la preocupación de unos consumidores cada vez más pendientes del impacto medioambiental que tiene su comportamiento en los mercados.

Estas tendencias relacionadas con la sostenibilidad se trasladan a las actividades logísticas y de transporte que, por lo general, quedan encuadradas entre las más contaminantes de entre todas las que conforman la cadena de valor.

En consecuencia, las empresas de transporte intentan asimilar las políticas de sostenibilidad de sus clientes para seguir dando servicio y para diferenciarse de otras empresas, apostando en algunos casos de manera decidida por la innovación.

De hecho, el compromiso del sector en general, y del transporte frigorífico en particular, con la sostenibilidad viene de lejos.

Las grandes empresas de este segmento renuevan flota más continuamenteque las pequeñas y medianas empresas del sector, con lo que incorporan a mayor velocidad las unidades menos contaminantes del mercado.

Al mismo tiempo, muchas de ellas han venido apostando en los últimos años por incorporar energías alternativas, como el gas inicialmente, a pesar de que este combustible se ha convertido en un hándicap y hace menos tiempo la electricidad. Algunas incluso ya piensan en experimentar con el hidrógeno.

Por otra parte, las empresas de transporte también intentan incorporar técnicas de conducción eficientecon el doble objetivo de recortar costes a través de una reducción en el consumo de carburante y de mejorar la sostenibilidad de sus operaciones por medio de una aminoración de las emisiones de sus vehículos merced a un uso más racional y eficiente.

La sostenibilidad no es solo una prioridad para ciudadanos y políticos, también es un factor que articula cada vez más profundamente las estrategias empresariales”.

En paralelo, los fabricantes de vehículos industriales, de semirremolques, de neumáticos y otros componentes también vienen impulsando ambiciosos programas de investigaciónpara mejorar la sostenibilidad en las operaciones de transporte de mercancías por carretera.

Algunas marcas han constituido consorcios y alianzas para hacer frente a las fuertes inversiones que suponen los avances en sostenibilidad.

La sostenibilidad es un elemento que ha ido ganando presenciaen el mercado de transporte y que ahora es crucial.

Inicialmente, hace unos años, podría haberse interpretado esta tendencia como algo relacionado más con la imagen que querían trasladar las empresas a sus clientes.

Sin embargo, las políticas cada vez más restrictivas en este ámbito, especialmente en los bloques económicos más desarrollados, y la gran concienciación social ante un problema de primer orden, están haciendo que la sostenibilidad se vea como una prioridad fundamental para la estrategia empresarial.

La sostenibilidad es un elemento que ha ido ganando presencia en el mercado de transporte y que ahora es crucial.

De hecho, aproximadamente un 42% de los directivos de todo el mundo prevé impactos provocados por el cambio climático en sus cadenas de suministro, según la última encuesta global de consejeros delegados de PwC.

En paralelo, al mismo tiempo, la inmensa mayoría de los europeos, un 93% en concreto, cree que el cambio climático es un grave problema para el mundo,según el Eurobarómetro.

Así mismo, más de la mitad, un 58% exactamente, piensa que debe acelerarse la transición hacia una economía más verde.

Sin embargo, los avances hacia un transporte más sostenible implican un cambio muy profundo que requiere de tres factores esenciales.

En primer lugar se necesitan alternativas de mercado realistas que permitan a las empresas del sector evolucionar hacia flotas menos contaminantes. En este sentido, lo más pragmático sería plantear un proceso paulatino, riguroso, centrado en reducir las emisiones más que en eliminarlas de golpe, y planteado desde una exquisita neutralidad tecnológica.

[sumario]El transporte necesita el apoyo público y de los clientes para poder desarrollar iniciativas de sostenibilidad que permitan reducir las emisiones contaminantes de la flota”.[/sumario]

Por otra parte, los vehículos alimentados por energías alternativas no son nada sin una adecuada red de recarga. En este aspecto se necesita un impulso más decidido desde las Administraciones para facilitar el despliegue de las redes específicamente allá donde más necesarias sean.

Finalmente, el sector necesita de un doble apoyopara poder acometer medidas de sostenibilidad medioambiental.

Por un lado, el transporte necesita subvenciones públicasque permitan a las empresas acceder a vehículos más caros y que, aunque cada vez cuentan con una tecnología más desarrollada, aún no están en condiciones de ser una alternativa seria frente al diésel, sobre todo en la larga distancia.

Por último, también es fundamental el apoyo decidido de los clientes para compartir los beneficios medioambientales de estas iniciativas, pero también los costes que generan.

 

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