Normas municipales para la distribución urbana

La distribución urbana de mercancías está atrapada entre la necesidad de las empresas de encontrar un marco homogéneo para realizar su actividad y la negativa de los responsables municipales a delegar la regulación en otros actores. Proliferan las iniciativas por toda España para alumbrar un nuevo modelo más digital y sostenible.

28/03/2022 a las 12:38 h

La regulación de la distribución urbana de mercancías se hace mayormente en el ámbito municipal. Esta situación provoca una importante dispersión normativa que dificulta la actividad de reparto en las ciudades. Las empresas del sector son conscientes del impacto de esta realidad.

Según un estudio de Aecoc, un 97% de las empresas de distribución urbana de mercancías aboga por una mayor colaboración con las administraciones y considera que los municipios deben entender las operativas referentes a la distribución urbana de mercancías y las casuísticas de cada sector a la hora de crear sus criterios de acceso a los núcleos urbanos.

Sin embargo, los responsables municipales parecen más centrados en adaptar la regulación a las realidades propias de sus municipios.

En este sentido, según un estudio de Aecoc, seis de cada diez ayuntamientos españoles se declaran contrarios a cualquier iniciativa encaminada a unificar los criterios de acceso de vehículos en el conjunto de los municipios afectados por la normativa, lo que supone un riesgo para la unidad de mercado en servicios tan esenciales como el reparto urbano de mercancías.

Así mismo, por lo que respecta a las acciones prioritarias para crear un modelo de distribución urbana de mercancías más digital y sostenible se señalan prioritariamente tres estrategias, como son la: digitalización de las zonas de carga y descarga, la digitalización de los propios municipios, además de cambios en la operativa logística, como, por ejemplo, el impulso de la logística nocturna y en horas valle.

Tres áreas de trabajo

En el primer ámbito, diversos municipios trabajan en la digitalización de las zonas de carga y dscarga.

Destacan iniciativas como las que se llevan a cabo en Madrid, donde se trabaja en la regulación de la carga y descarga con un sistema inteligente, que equilibrará el estacionamiento de los vehículos de mercancías, como parte de los cambios introducidos con la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible.

En esta misma línea, el Ayuntamiento de Ciudad Real trabaja con Aecoc en proyectos relacionados con la flexibilización de los horarios de acceso y descarga de mercancías, el despliegue de redes de taquillas de uso compartido en zonas de alto tránsito o la digitalización de las zonas de carga y descarga.

A su vez, Valencia ha finalizado un proyecto de instalación de sensores en más de mil plazas de carga y descarga de mercancías para informar de ocupación y disponibilidad.

[sumario]Digitalización de zonas de carga y descarga, proyectos relacionados con ciudades inteligentes y cambios en la operativa de reparto parecen dibujar el escenario para una nueva distribución urbana de mercancías”.[/sumario]

La instalación de estos sensores electromagnéticos permitirá geolocalizar estas plazas y ofrecer información sobre su disponibilidad en tiempo real a personas usuarias, administración y profesionales, así como obtener datos estadísticos sobre su uso.

Por otra parte, diversos municipios del país avanzan en proyectos de digitalización, para convertirse en ciudades inteligentes.

Dentro de este apartado, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y las comunidades y ciudades autónomas han ratificado el acuerdo de distribución de casi 1.000 millones de euros de los fondos europeos de recuperación para impulsar la implantación de zona de bajas emisiones, descarbonizar la movilidad y digitalizar el transporte.

La digitalización de las zonas de carga y descarga avanza en varios municipios españoles

De ese total, 900 millones se destinarán a las zonas de bajas emisiones y la transformación digitalen municipios de más de 50.000 habitantes o capitales de provincia.

Por último, en lo que respecta a los cambios en la operativa para adaptarse a una realidad cambiante, en España se desarrollan diversas iniciativas.

Así, por ejemplo, Madrid trabaja en una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para regular los usos logísticos del suelo urbano en la ciudad.

De este modo se establecerá la superficie máximade las instalaciones para estas actividades y se exigirá la elaboración de informes de movilidad para su implantación.

Mientras, Vitoria realiza obras de soterramiento de los muelles de carga y descarga de la Plaza de Abastos de la plaza Santa Bárbara, en colaboración con El Corte Inglés, para evitar el tránsito de más de 1.000 camiones al año en este punto.

Murcia, por su parte, participa en el proyecto Lead de la Red Civitas para fomentar que el reparto de última milla en el casco urbano de la capital se realice a través de vehículos eléctricos.

En modo más experimental, Zaragoza ha puesto en marcha un espacio para facilitar la experimentación del uso de drones en entornos urbanos reales, con la creación del primer espacio autorizado en el continente para el vuelo de aparatos no tripulados de hasta 500 kilos.

En esta misma línea, la capital española tendrá el mayor laboratorio de Europa para probar drones y robots para el reparto de mercancías ubicado en el barrio de Villaverde.

En definitiva, son muchas las iniciativas que se ponen en marcha. Tanta dispersión perjudica al sector, que n encuentra un único modelo que facilite la realización de una labor homogénea en todo el país. 

 

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