Ricardo Ochoa de Aspuru, director de Cadena de Suministro

¿Tenemos Plan?

La digitalización supone, además de un reto tecnológico, un cambio cultural trascendental, con profundas consecuencias a nivel tanto económico como social. Esta digitalización, se encuentra presente en todos los ámbitos de nuestra vida, en respuesta a una creciente demanda de inmediatez en la forma en que consumimos, trabajamos y nos relacionamos con los demás. Y, en muchos sentidos, está alterando nuestra estructura cultural, social y económica.
08/02/2021 a las 21:55 h

Antes de la irrupción de la pandemia, entre enero y febrero, se realizó un estudio en el que se contactó con 1.300 consejeros delegados de todo el mundo.

Entre julio y agosto, después de que el impacto de la pandemia se hubiera extendido por el globo, se llevó a cabo una nueva ronda a la que respondieron 315 consejeros delegados.

Entre los principales cambios que se registran entre ambas encuestas destacan, como una de las prioridades, la aceleración de la digitalización. Parece claro que las empresas han impulsado su digitalización a raíz de la pandemia y sus directivos apuestan por que se incrementen las áreas que se verán afectadas por este proceso.

En el ámbito del transporte y la logística, ambos sectores están abiertos a las tres grandes posibilidades que ofrece la transformación digital. Por un lado, estos sectores, que han demostrado su carácter esencial durante la pandemia, pueden aprovecharse de la economía digitalizada, lo que incluye la aparición de nuevos modelos de negocio transformados digitalmente.

También puede apoyarse en productos y servicios que se basan en elementos clave de la economía digital, como son las plataformas digitales o aplicaciones en móviles. Y también está en disposición de aplicar tecnologías digitales propias de la economía digital, que aportan un mayor valor añadido a una actividad que genera grandes volúmenes de datos, que se pueden transformar en información y análisis estratégicos para beneficio de sus clientes.

[sumario]La digitalización es la respuesta a una creciente demanda de inmediatez en la forma en que consumimos, trabajamos y nos relacionamos con los demás.[/sumario]

Por otro lado, en el ámbito de lo público, a lo largo de las dos últimas décadas, los sucesivos gobiernos de España han adoptado programas para el avance digital del país, alineados con las agendas digitales europeas, que han servido de marco para impulsar un proceso de despliegue de infraestructuras y desarrollo de un ecosistema empresarial en clave digital que han ayudado en esta transición, acelerada por la pandemia.

El último paso en esta dirección, lo constituye el ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia' presentado a bombo y platillo por el actual Gobierno en octubre pasado, un documento de no más de cuarenta páginas que se sustenta en cuatro ejes prioritarios, uno de los cuales es la “transformación digital”.

Desde entonces han pasado tres meses y medio hasta que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se ha reunido con representantes del sector para dar a conocer los objetivos del Plan del Gobierno, en la demanda de las observaciones y propuestas, que ayuden a la consecución de los objetivos marcados. Una situación que contrasta con las urgencias de hace unos meses por obtener esas ayudas.

Si esa es la predisposición del Ministerio, y del Gobierno, para desarrollar los proyectos que han de permitir la ejecución de 72.000 millones de euros de fondos europeos hasta 2023, poco cabe esperar, una vez más, en cuanto a los resultados del nuevo Plan.

Finalmente, el éxito dependerá de lo que cada uno de nosotros, desde nuestra responsabilidad, seamos capaces de acometer para que, aunque sólo sea por una vez en nuestra reciente historia, esta cuarta revolución que ya está aquí, nos ayude a mejorar y a seguir en la brecha.

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