La patronal de los concesionarios, Faconauto, ha advertido en su IV Observatorio del Vehículo Industrial del grave retraso que arrastra España en la descarbonización del transporte pesado por carretera y ha reclamado la puesta en marcha de un plan nacional urgente que permita avanzar al ritmo que exige la Unión Europea.
La Unión Europea ha fijado dos objetivos clave: alcanzar la neutralidad climática en 2050 y reducir en un 45% las emisiones de CO₂ de los nuevos camiones y autobuses en 2030, respecto a los niveles de 2019. Según la patronal, esto supone un gran desafío para España, que ocupa uno de los últimos puestos en nivel de avance en la descarbonización del transporte pesado, aunque el 89% de las mercancías se mueven por carretera.
Así, mientras la cuota de camiones de cero emisiones en la Unión Europea alcanza el 3,6%, en España no llega al 1%, una distancia que contrasta con países como Suecia o Países Bajos, donde ya supera el 6%. La infraestructura constituye el principal cuello de botella, pues de los más de 1.000 cargadores públicos aptos para camiones pesados existentes en Europa, solo 24 están en España, y de ellos apenas cuatro operan actualmente.
En el caso del hidrógeno, la situación es aún más preocupante, ya que no existe ninguna estación específica para vehículos pesados, mientras otros países europeos avanzan en su implantación. A esta carencia se suma la falta de programas de apoyo para la instalación de puntos de recarga en bases logísticas privadas, donde se realizará el 80% de la carga de los camiones eléctricos.

Faconauto también subraya la ausencia de incentivos suficientes para la renovación de flotas hacia tecnologías de bajas y cero emisiones, pues aunque nueve países europeos ofrecen ayudas directas o deducciones fiscales para la adquisición de camiones eléctricos o de hidrógeno, España aún no está entre ellos y tampoco aplica reducciones de peajes. Además, la patronal destaca que los combustibles sintéticos y otras alternativas de baja huella de carbono pueden jugar un papel complementario, especialmente en determinados segmentos del transporte pesado donde la electrificación aún no es viable a gran escala.
Hoja de ruta
Ante este escenario, la patronal plantea la creación de un Plan Nacional de Infraestructura de Alta Potencia, que contemple la instalación de 4.000 puntos de recarga de más de 350 kilovatios antes de 2030, junto con un Plan Nacional de Renovación de Flotas dotado de incentivos al achatarramiento para la adquisición de vehículos nuevos o seminuevos con categoría mínima Euro 6. Este último plan prevé la reedición del programa específico para vehículos de cero emisiones, con importes ya testados, y se apoyaría en mecanismos de financiación verde a través del ICO.
Asimismo, reclama la implantación inmediata de peajes CO₂ con exención total para camiones y autobuses de cero emisiones, y la creación de un programa “Bases Logísticas Zero Emisiones”, que cubra hasta el 60% de la inversión en puntos de recarga en centros logísticos. La organización propone también una reforma fiscal verde, con deducciones del 15% en el Impuesto de Sociedades por adquisición de vehículos sostenibles y bonificación total del Impuesto de Circulación para los de cero emisiones.