Nueva tecnología de Ford para que los vehículos eléctricos tengan mayor autonomía en climas fríos

Durante las pruebas, tanto en condiciones reales como en sofisticados entornos de laboratorio, los ingenieros descubrieron que la tecnología podía mejorar la autonomía de la E-Transit entre un 7% y un 10%.

03/03/2025 a las 12:43 h
Esta tecnología de bomba de calor con inyección de vapor supone una forma eficiente de calentar el habitáculo.
Esta tecnología de bomba de calor con inyección de vapor supone una forma eficiente de calentar el habitáculo. Foto: Ford

Conducir a temperaturas bajo cero es algo habitual para las empresas localizadas en zonas de clima más frío, pero ahora, una tecnología puede ayudar a los vehículos eléctricos de Ford Pro a que sus propietarios puedan ser más productivos, pues evita que la batería gaste energía al calentar la cabina, aumentando la autonomía del vehículo hasta en un 10%.

Instalada de serie en cada E-Transit Custom, E-Tourneo Custom y en la gama mejorada de E-Transit, esta tecnología de bomba de calor con inyección de vapor supone una forma eficiente de calentar el habitáculo, ya que captura la energía térmica del aire exterior, incluso a temperaturas muy por debajo de -10 °C.

Calentar el habitáculo mediante la captura de energía gratuita reduce el consumo de la batería, lo que significa mayor autonomía para el vehículo. Durante las pruebas, tanto en condiciones reales como en sofisticados entornos de laboratorio, los ingenieros descubrieron que la tecnología podía mejorar la autonomía de la E-Transit entre un 7% y un 10% en comparación con un vehículo sin bomba de calor.

Los beneficios de esta tecnología patentada por Ford son mayores que los de otros diseños de bomba de calor, ya que utiliza la inyección de vapor para mejorar la eficiencia tanto en la calefacción, como en la refrigeración del habitáculo. Cuando las temperaturas exteriores superan los 25 °C, el sistema de refrigeración integrado de la bomba también puede extraer el calor del habitáculo, lo que reduce la energía de la batería necesaria para hacer funcionar el aire acondicionado.

Esta tecnología ha supuesto casi dos años de ajustes precisos, con más de 100 pruebas en túneles de viento y 25.000 kilómetros de evaluación sobre el terreno para cada modelo. El desarrollo ha sido posible gracias a un esfuerzo de colaboración entre los equipos de ingeniería de Ford en el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.

En total, se han realizado siete viajes de prueba específicos, que han incluido condiciones tan diversas como el calor de un verano español y un invierno finlandés de -34 °C.

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