Nexperia ha comunicado la semana pasada que las autoridades chinas han decidido facilitar las exportaciones de componentes electrónicos desde sus plantas en el país que habían sido suspendidas como consecuencia de la toma de control del Gobierno neerlandés en la compañía el pasado 12 de octubre.
Esto permitirá, según la compañía, normalizar el flujo de componentes electrónicos críticos a mercados de todo el mundo y poner fin a la incipiente crisis que se estaba gestando en la cadena de suministro de la automoción europea ante la falta de estas piezas esenciales en la fabricación de automóviles.
Sin embargo, al mismo tiempo, y pese a estos avances, las instalaciones de Nexperia en China siguen ignorando las instrucciones legales de la dirección global de Nexperia en los Países Bajos, lo que implide tener visibilidad completa y fiable sobre plazos de entrega de los componentes procedentes del país asiático.
De igual modo, Nexperia asegura que equipos especializados trabajan con urgencia para identificar e implementar soluciones viables que permitan garantizar la disponibilidad de estos componentes de forma sostenible, sin que se haya interrumpido por completo el envío de estos chips en ningún momento.
Para conseguirlo, la compañía ha puesto en marcha soluciones alternativas para la cadena de suministro con el fin de mitigar las interrupciones y mantener la continuidad de las entregas en la medida de lo posible, ya que todas las demás plantas de Nexperia, incluidas las de Europa y otras partes de Asia, siguen operando con normalidad.
Además, Nexperia confía en que la crisis se vaya desinflando paulatinamente y reitera su apuesta por seguir fabricando en China.
Mientras tanto, y aunque no las tienen todas consigo, las marcas europeas de automóviles respiran aliviadas, tras contemplar muy de cerca el "riesgo inminente de disrupción de la producción en la automoción" a finales de octubre.
