La plataforma Woop, especializada en optimización y gestión de entregas para empresas, ha publicado la cuarta edición de su Cuaderno de Tendencias de la Entrega, que ofrece un análisis sobre los cambios estratégicos que marcarán el sector en 2026. En un contexto en el que se prevé un incremento del 30% en los costes logísticos, el objetivo pasa por redefinir la experiencia de entrega B2B, optimizar los flujos de devolución y convertir la logística en una ventaja competitiva.
Teniendo en cuenta el entorno macroeconómico inestable y la fuerte volatilidad a la que se enfrentan las empresas, la transformación se orienta hacia la digitalización, la automatización y la búsqueda de un retorno de la inversión más rápido, apostando por la diversificación de los socios, la mutualización de los flujos y el uso intensivo de herramientas de IA y de gestión en tiempo real.
También debe tenerse en cuenta que las Zonas de Bajas Emisiones siguen siendo un eje central de la transición hacia una logística urbana de bajas emisiones. No obstante, en 2025, muchas administraciones locales han suspendido o flexibilizado sus calendarios ante el descontento social, la falta de alternativas tecnológicas y el elevado coste de la transición ecológica.
Igualmente, aunque el auge del e-commerce y la presión inmobiliaria han acelerado la creación de microalmacenes y plataformas compartidas en el centro de las ciudades, el modelo sigue siendo frágil debido a la falta de suelo disponible, los costes elevados y la complejidad normativa. En 2026, se afianzará la profesionalización de los hubs urbanos, pero su equilibrio económico seguirá siendo un desafío.
Un aspecto clave para la sostenibilidad económica y medioambiental es la citada mutualización de los flujos, pues al agrupar diferentes entregas, los operadores pueden llegar a reducir hasta en un 25% los kilómetros recorridos y optimizar sus costes logísticos. En 2026, se consolidará la mutualización transsectorial entre retail, B2B e industria, lo que mejorará la agilidad, rendimiento y responsabilidad colectiva.
En el ámbito tecnológico, la realidad aumentada se impondrá como una palanca clave para transformar la entrega de última milla, pues al optimizar la clasificación, la carga y la distribución, contribuye a reducir los errores y acelerar las operaciones. Gracias a ella, los repartidores pueden visualizar en tiempo real los paquetes, las prioridades o las incidencias directamente en su smartphone.
De aquí a 2028, se espera que el mercado de la realidad aumentada en logística crezca más de un 24% anual, consolidándose como un estándar del sector para mejorar tanto el rendimiento operativo como la experiencia de los empleados.
En lo que se refiere a la logística inversa, la digitalización, automatización y trazabilidad son claves para la gestión de las devoluciones B2C, por lo que las empresas apostarán cada vez más por el uso de portales de devolución en self-care, reembolsos automatizados y seguimiento en tiempo real de las devoluciones. Además, las devoluciones se gestionan ahora según su valor, centrándose en el reacondicionamiento para los productos de alto margen, la reintegración inmediata para el textil y la mutualización de los flujos entre tiendas y almacenes.
En lo que se refiere al B2B, el informe de Woop considera que la logística inversa dejará de ser un simple servicio posventa para convertirse en un indicador clave de fidelización y en una ventaja competitiva decisiva para las empresas. La simplicidad, la rapidez y la trazabilidad se imponen como expectativas esenciales, especialmente en sectores como la construcción, la automoción o el ámbito paramédico.
En esta línea, los clientes profesionales esperan ahora los mismos estándares que en el B2C, lo que incluye seguimiento en tiempo real, franjas horarias, personalización y reactividad. Si bien por la complejidad y los volúmenes propios del B2B esto puede resultar muy exigente, también representa una gran oportunidad para la fidelización y la creación de valor.