Pese a que las navieras se han esforzado por dar agilidad a sus servicios, la extensión de la crisis bélica de Gaza a las aguas del Mar Rojo ya está alterando los flujos habituales de contenedores.
De manera particular, muchos analistas anticipan que el alargamiento de las rutas que provocan los desvíos por el cabo de Buena Esperanza implicará en breve que haya falta de contenedores vacíos en Asia.
Según los registros de S&P, la circunnavegación de África ha aumentado los tiempos de tránsitohacia el oeste para los envíos entre Asia y el norte de Europa en un 30%, mientras que los tiempos en los servicios desde el continente asiático al Mediterráneo occidental se han incrementado en un 60%.
De igual modo, en paralelo también se están produciendofuertes incrementos de los fletes para cubrir tanto el aumento en el consumo de combustibles, como el abastecimiento en los desvíos.
Al mismo tiempo, también crece la posibilidad de que aumente la congestión en algunos de los principales puertos para tráficos de contenedores del planeta, a medida que los barcos se agolpen esperando para descargar su mercancía. Para evitarlo, muchas de las grandes autoridades portuarias están tomando medidas para intentar agilizar la estiba de la carga y racionalizar las escalas.
Pese a todo, algunos cargadores ya esperan interrupciones en las cadenas de suministro provocadas fundamentalmente por la alta de contenedores vacíos en los puertos de origen de la carga.
Incluso se piensa que el efecto dominó generado por la crisis en el Mar Rojo durará hasta mediados de 2024, cuando comienza la temporada alta, con efectos tanto en la alteración de flujos, como en el comportamiento de los fletes.
