El Centro Español de Logística y Accenture han presentado esta semana, durante la celebración del Congreso CEL en Madrid, los resultados del segundo estudio que ambas instituciones realizan para analizar la adopción de las tecnologías de inteligencia artificial en la cadena de suministro.
En términos generales, el trabajo constata que la actividad logística percibe la inteligencia artificial como una tecnología estratégica, pero, sin embargo, no acaba de dar el salto para impulsar inversiones a gran escala que permitan pasar de el desarrollo de proyectos piloto a iniciativas esalables de mayor tamaño y aplicación más amplia.
De igual manera, el análisis también pone el énfasis en la falta de perfiles profesionales con capacidades adecuadas para impulsar y desarrollar proyectos que utilicen inteligencia artificial.
En concreto, el estudio apunta, por lo que respecta a adopción de la IA, que el verdadero cuello de botella no está en la tecnología, sino en las personas y en su formación. Concretamente, el estudio concluye que sólo un 24% de las empresas encuestadas dispone de equipos con competencias técnicas avanzadas en inteligencia artificial o en inteligencia artificial generativa.
Sin embargo, un 16% de todas ellas ha desarrollado planes formativos en IA generativa para sus equipos, pese a que se ha constatado que la automatización libera tiempos en compras y planificación.
Al mismo tiempo, el análisis detecta una evolución en la adopción de IA en la cadena de suministro entre la primera edición del trabajo, en 2024, y esta segunda, de 2025.
En particular, un 53% de los encuestados cuenta con planes estratégicos de IA, pero sin que haya pensado aún con un despliegue transversal de los pilotos o con una inversión sistemática que les permita evolución.
Por otra parte, la gobernanza del dato también gana presencia, de tal modo que un 79% de las empresas participantes en el estudio quiere mantener el control del dato.
Un decálogo para la implantación de la IA
Así mismo, el estudio del CEL y de Accenture propone un decálogo para la adopción de tecnologías de inteligencia artificial en la cadena de suministro.
El primer paso de este proceso implica la definición de los objetivos que se pretenden conseguir con la IA y el retorno que se espera con ello, para pasar después a realizar una evaluación de las capacidades para tener identificadas posibles brechas tecnológicas a resolver.
En tercer lugar, se impone diseñar una estrategia de gestión de datos, con un marco de gobernanza que garantice la calidad, la seguridad y la accesibilidad de los tados, mientras que el cuarto paso consiste en adaptar la infraestructura tecnológica adecuada para soportar la integración de la IA y del gran volumen de datos que maneja esta tecnología.
En quinta posición, se requiere de una transformación de los puestos de trabajo para reasignar tareas automatizadas y centrar a la plantilla en tareas de mayor valor añadido, para continuar con un proceso de gestión del cambio y desarrollo competencias y, en séptimo liugar, afrontar la captación de talento tecnológico.
En octavo lugar, el proceso debe incluir la elaboración de un marco de gobernanza responsable y ético de la IA, antes de pasar al monitoreo dy supervisión el rendimiento de la IA, para culminar con el escalado de la IA que permita extender su uso a toda la cadena de suministro.