De un tiempo a esta parte es cada vez más común entre los promotores inmologísticos el recurso a instrumentos de financiación de los proyectos vinculados a diversos aspectos de sostenibilidad.
En partiular, la financiación verde no consiste únicamente en conseguir fondos, sino en obctenerlos con la finalidad de reducir el impacto ambiental en un proyecto concreto.
Y en este ámbito es donde entra en juego las iniciativas de construcción sostenible, que entran de lleno en el campo de aplicación de estos préstamos, siempre que se cumplan los requisitos marcados por las autoridades nacionales y de la Unión Europea para que cada proyecto pueda beneficiarse de estos fondos.
En este mismo sentido, un préstamo verde constituye una fórmula para financiar un proyecto o empresa bajo criterios no solo de rentabilidad económica sino también de ESG.
Los préstamos verdes vinculados a objetivos de sostenibilidad ofrecen nuevas posibilidades de acceso al crédito.
Además de todas las ventajas que conlleva, supone un reconocimiento del compromiso en materia de sostenibilidad y del rigor en la política de inversión en activos logísticos.
En el caso de las naves logísticas e industriales, las certificaciones de sostenibilidad juegan un papel importantísimo para poder acceder a estas líneas de financiación.
Este ha sido el caso recientemente de Hines, que ha cerrado el pasado mes de octubre dos líneas de financiación verdes en España por un importe total de 96 millones de euros, a través de su fondo Hines European Property Partners.
En concreto, estas dos operaciones corresponden a la refinanciación de dos activos de Hines en Madrid y, en particular, una de ellas va para su proyecto Nexus San Fernando, una nave logística de nueva construcción compuesta por cuatro módulos y con una superficie bruta alquilable de 27.000 m2.

Por otro lado, el año pasado, el Banco Santander ha concedido un préstamo verde a Newdock para su nuevo proyecto en la Plataforma Central Iberum, en Illescas.
Esta fue la primera financiación de este tipo que concedió esta entidad a un desarrollo logístico en España antes de su comercialización.
En cualquier caso, el acceso a esta financiación verde reporta una serie de beneficios, entre los que cabe citar una mejora de la imagen pública, un ahorro de costes, beneficios medioambientales, efecto llamada para clientes potenciales y un mejor acceso a fondos y a nuevas fuentes de financiación pública y privada.
El proceso para acceder
Según BBVA, los Green Loan Principles (GLP) aclaran que cualquier tipo de instrumento de préstamo puede ser verde, incluidos los préstamos a plazo, las líneas de 'working capital' o 'las líneas de crédito revolving' (RCF), que suelen utilizarse para fines generales.
En todo caso, la compañía que aspire a obtenerlos deberá justificar de forma exhaustiva la verdadera sostenibilidad ambiental de su propuesta.
A su vez, cada proyecto o acción empresarial merecedora de un 'green loan' puede encuadrarse en diversas categorías que cubren energías renovables, eficiencia energética, prevención y control de la contaminación, gestión medioambientalmente sostenible de los recursos naturales, uso de la tierra y el agua, conservación de la biodiversidad terrestre y acuática, transporte limpio, adaptación al cambio climático, productos, tecnologías y procesos de producción ecoeficientes o adaptados a la economía circular, y edificios ecológicos.
Como consecuencia se abre un proceso de cuatro etapas para acceder a estas líneas de financión verdes.
El primer paso es justificar detalladamente el uso de los fondos, de tal modo que los proyectos verdes deben proporcionar claros beneficios ambientales, que serán evaluados y, cuando sea factible, cuantificados, medidos e informados por el prestatario".
Posteriormente se procede a la evaluación y selección, etapa en la que se concretan los objetivos de sostenibilidad ambiental, en qué categoría se encuadra su proyecto y qué criterios ha seguido para identificar y gestionar sus potenciales riesgos materiales, ambientales y sociales.
De ahí se pasa a la gestión de los fondos a través de una cuenta separada y con toda transparencia.
Por último, en cuarto lugar llega el reporte periódico de los datos clave a través de indicadores de desempeño cualitativos y, cuando sea factible, cuantitativos: de capacidad energética, de generación de electricidad y las emisiones de gases de efecto invernadero reducidas o evitadas. Además, sería conveniente monitorear los impactos logrados e incluirlos en informes regulares.