El suministro eléctrico es un aspecto fundamental para el desarrollo de activos inmologísticos, especialmente a la vista de la creciente importancia que tiene la automatización y la sostenibilidad.
Por un lado, el uso de equipos de automatización y robótica es cada vez más recurrente en las nuevas actividades logísticas, que buscan una mayor eficiencia en la preparación de pedidos, más agilidad para dar respuesta a tiempos de entrega más cortos y mayor exactitud para evitar errores en los sistemas de mejora continua que se utilizan en la cadena de suministro.
Por otra parte, la sostenibilidad lleva al uso de equipos de intralogística que utilizan energía eléctrica para reducir el impacto medioambiental de las actividades que se realizan dentro del almacén.
Todo ello llleva al despliegue de instalaciones de recarga y almacenamiento de electricidad para carretillas, transpaletas, toros y demás equipos de manutención cada vez de mayor tamaño y con mayor capacidad de carga.
En esta misma línea, cada vez es más generalizado el uso de flotas eléctricas, especialmente para actividades de reparto y transporte regional. De igual modo, la electricidad también está llegando de manera paulatina y gradual al transporte de larga distancia, lo que incrementa también las necesidades de electricidad, especialmente con postes de recarga de alta capacidad.
Una red eléctrica deficiente no permite dar solución a las nuevas necesidades de electrificación, sostenibilidad medioambiental y automatización en la logística"
De igual manera, la logística refrigerada está viviendo un momento de gran auge, tanto en el segmento de perecederos, como en farma, con fuertes necesidades de flujo eléctrico.
Además, el empuje que está viviendo el segmento de centros de datos en España también incrementa las necesidades de flujo eléctrico de alta tensión.
Un apagón como señal de alerta
Sin embargo, frente a estas crecientes necesidades, el apagón del pasado mes de abril ha causado honda preocupación por los condicionantes que tiene la red eléctrica española para atender las necesidades cada vez más exigentes de estas nuevas actividades que requieren de una tensión sostenida y de gran potencia.

Según un estudio de impacto que realizó el CEL en aquel momento, un 65% de las empresas españolas afirma que su operativa logística se vio severamente interrumpida, con paros totales o parciales en sus procesos.
Así mismo, esto ha supuesto pérdidas superiores al 30% de la facturación diaria para el 42% de las compañías, mientras que otro 12% ha sufrido pérdidas de hasta el 30% y un 15% registró pérdidas inferiores al 5%.
Por otro lado, en términos de recuperación, el 8% de las empresas no pudo volver a la normalidad 24 horas después del incidente. Además, sólo el 25% contaba con un plan de contingencia eficaz, mientras que el 21% reconoce no tener ninguna estrategia de prevención ante este tipo de incidentes.
De hecho, el 54% de las compañías indica que dispone únicamente de sistemas de respaldo energético limitados a funciones críticas, lo que pone de relieve la vulnerabilidad de las cadenas ante disrupciones de origen eléctrico o tecnológico.
En esta misma línea, según un estudio elaborado por la plataforma Logistix y el e-commerce FITstore, más de cuarenta empresas del sector experimentaron una caída del 71% en sus ventas en el mercado nacional en solo diez horas. La caída de la facturación se estima en más de 400.000 euros.
En concreto, el tráfico nacional en plataformas de e-commerce se desplomó un 89% durante el apagón, lo que afectó tanto a la navegación como al funcionamiento de múltiples sistemas de pago, pasarelas y redes logísticas.
Así mismo, la actividad del transporte de mercancías por carretera en España durante el gran apagón ibérico del lunes 28 de abril se redujo un 20% con respecto a la que viene registrando de media en lo que va de 2025, según datos de Transporeon.
Aunque el porcentaje pueda parece elevado, lo cierto es que el sector mantuvo un cierto ritmo impulsado principalmente porque la caída del suministro eléctrico se produjo a media mañana, cuando ya se habían puesto en marcha la práctica totalidad de los servicios previstos para esa jornada.
Como consecuencia de la situación se ha puesto de manifiesto la necesidad para las empresas de disponer de planes de continuidad de negocio entrenados que incluyan alternativas para garantizar las comunicaciones, como puede ser por vía satélite (con datos para asegurar comunicación con clientes y proveedores, y voz para poder coordinar); incrementar la autosuficiencia para soportar la actividad durante días, en lugar de horas; y concretar planes de respuesta con proveedores estratégicos que ofrezcan todas las garantías de respuesta inmediata y de suministro en situaciones críticas.

Necesidad de un suministro estable
En todo este contexto, UNO considera “alarmante” la saturación en la red eléctrica reflejada en los mapas oficiales de acceso de la demanda eléctrica publicados recientemente.
Según la entidad, esta situación "compromete la viabilidad de nuevas conexiones eléctricas para plataformas logísticas, proyectos de electrificación de flotas, instalaciones de frío industrial y desarrollos vinculados a la automatización de la cadena de suministro”.
La logística y el transporte dependen cada vez más de un flujo fiable de electricidad para impulsar una actividad más sostenible”.
De igual modo, la patronal destaca que la saturación de la red es aún más pronunciada en polígonos industriales, centros logísticos y corredores de transporte, precisamente cuando “la logística española está en plena transformación hacia un modelo más sostenible, digital y electrificado".
Por eso, según su criterio, "sin capacidad de conexión a la red eléctrica muchas de las inversiones quedarán paralizadas o se trasladarán a otros países con mayor solvencia energética”.
Dada la situación, la organización empresarial reclama un programa extraordinario y urgente de refuerzo y digitalización de la red de distribución en los principales nodos logísticos de España.
Además, la patronal también pide el desarrollo de un marco retributivo estable que acelere la inversión en infraestructuras y eleve los límites de inversión allí donde sea necesario, priorizando los proyectos vinculados al cumplimiento de los objetivos europeos en materia de transporte y descarbonización.

El acceso a conexiones eléctricas de alta tensión debe hacerse con agilidad para facilitar las inversiones y garantizar que los proyectos se abordan en los plazos fijados inicialmente.
Por último, la entidad propone la creación de una mesa de trabajo público-privada en la que participe el sector de la logística y el transporte para coordinar prioridades y acortar plazos en aquellos enclaves saturados con alto impacto económico y de empleo.
De igual modo, la patronal de las eléctricas informan de que que los mapas de capacidad publicados este martes por las compañías eléctricas que operan en España confirman que el 83,4% de los nudos de la red de distribución eléctrica están saturados, lo que impide conectar la nueva demanda eléctrica y amenaza cientos de proyectos de inversión.
Según Aelec, patronal del sector, esta saturación refleja el incremento de solicitudes de acceso y conexión de demanda derivado del desarrollo y aparición de nuevos agentes, junto con la regulación de la red de distribución que ha seguido en los últimos años un ritmo inversor y unos criterios distintos a los que exigía al crecimiento de la demanda, mucho más intenso y concentrada en determinados puntos.
Miles de empresas y cientos de propuestas de inversión, atraídos por la capacidad para generar electricidad renovable y barata en España, llevan meses a la espera de ser enchufados al sistema eléctrico.
Según Aelec, sólo en 2024 se han rechazado por falta de capacidad en la red 33.159 megavatios (MW) de un total de 67.154 MW solicitados, lo que equivale al 49% de las peticiones.
España necesita infraestructuras eléctricas que puedan asumir el crecimiento previsto para competir con otros países de nuetro entorno mejor preparadaos.