Tendencias en el transporte por carretera para 2025

El transporte por carretera deberá vigilar en 2025 las constantes vitales

La pinza de la parálisis política y la incertidumbre económica afecta a la economía en general y a un sector que necesita reformas para seguir ganando competitividad y eficiencia en un contexto cada vez más globalizado y dinámico.

21/04/2025 a las 21:19 h
El transporte compite en un marco cada vez más globalizado y dinámico.
El transporte compite en un marco cada vez más globalizado y dinámico.

Poco puede esperar el sector del transporte de mercancías por carretera español en el ámbito político a lo largo de este 2025.

Al tradicional desprecio que vive el sector se suma en este caso el bloqueo político existente desde hace meses y que parece haberse agravado con la aparente ruptura entre los socios del gobierno de coalción, de su ala socialista fundamentalmente, con los nacionalistas catalanes de derechas.

Lo cierto es que sin el apoyo parlamentario de la formación independentista es difícil que salgan adelante proyectos normativos pendientes, como, por ejemplo, la Ley de Movilidad Sostenible o los nuevos Presupuestos Generales del Estado que permitan incrementar las insuficientes ayudas para el abandono de la profesión, entre otros muchos asuntos, como la modificación de pesos y dimensiones.

Las principales asociaciones del sector claman por lo que aún falta por concretar de los acuerdos de 2021 y que se consideran necesarios para mejorar la competitividad del sector.

La evolución de los precios de los carburantes este 2025 dependerá en gran medida de la coyuntura geopolítica y de las crisis bélicas”. 

Sin embargo, como en otros órdenes de la vida, los políticos parecen decidos a sepultar cualquier necesidad de modernización que se requiera, independitemente de lo perentoria que sea, para poner por delante sus propios intereses, ya sean de permanencia en el poder, de mantenimiento de un status quo poco productivo, adocenado y controlado, o para obtener réditos electorales de cara al futuro.

En cualquier caso, cada vez es más habitual que los intereses sociales, en contra del discurso populista, queden en un segundo plano frente a otras cuestiones que nada tienen que ver con los usos de una democracia asentada.

Por otro lado (no hay mal que por bien no venga, frase apropiada como ninguna en este año de celebración), con este panorama, el pago por uso seguirá guardado en el cajón al menos durante una buena temporada, salvo error u omisión.

Todo es susceptible de cambiar, especialmente en la política española, en la que unos y otros son muy dados a probarse chaquetas que luego nunca visten.

Hasta es posible la convocatoria de elecciones anticipadas. La hipótesis existe y sería lo cabal si la política española no sufriera semajante nivel de esquizofrenia. En cualquier caso, jugando con los tiempos, dicha posibilidad no supondría salir de la actual parálisis con respiración asistida que vivimos al menos, y en función de lo que decidiera el pueblo español en las urnas (que esa es otra también), hasta 2026.

camiones aparcados
La incertidumbre está aquí para quedarse.

El panorama europeo

Además, por otro lado, a escala europea habrá que ver el impacto que tienen los nuevos peajes que se vienen imponiendo en diferentes países.

En este mismo terreno de juego continental, también habrá que ver en los próximos meses cómo evolucionan las principales economías de la Unión Europea, especialmente la alemana, peligrosamente gripada y pendiente de unas elecciones con una alta dosis de incertidumbre.

En relación con este mismo asunto, habrá que estar pendiente también del perfil que adopte la nueva administración Trump en política internacional, especialmente por los efectos que pueda tener su política arancelaria con la Unión Europea y con España, en particular.

La compleja aritmética parlamentaria impide concretar nuevas normas para el transporte, incluyendo las que faltan para completar los acuerdos de 2021”.

Todo ello tendrá su traslación a la economía española, cuya evolución sigue sometida a un alto grado de incertidumbre y, al mismo tiempo, con gran parte de la atención puesta en la recuperación completa de la actividad en Valencia tras los graves daños personales y económicos que dejó la dana del 29 de octubre del año pasado.

Este alto grado de inestabilidad puede afectar a las inversiones del sector, especialmente tras las dudas que genera el avance de la transición energética.

De vuelta a Europa, además, la nueva Comisión Europea tiene que avazar con el ritmo que requeriría una legislatura normal en el seno de la Unión Europea, especialmente en lo que tiene que ver con los cambios en pesos y dimensiones, también pendiente, como a nivel nacional.

parking camiones
La capacidad del sector sigue siendo limitada.

Combustibles y conductores

De igual manera, es posible que si se superan los conflictos bélicos, especialmente en Oriente Medio (como parece el caso) los precios de los combustibles no repunten más allá de lo razonable.

Mientras tanto, uno de los factores recurrentes del sector, el de la escasez de conductores profesionales concretamente, seguirá agravándose, consceuencia de una pirámide poblacional cada vez más envejecida y una falta de relevo cada vez más palpable.

En este contexto, cada vez es más común el recurso a la contratación de chóferes procedentes de fuera de la Unión Europea, ya sea a través de mecanismos de contratación en sus países de origen o dentro del mercado español, ya sea mediante la formación e inserción de inmigrantes irregulares o a través de la atracción de estos conductores.

En medio de este panorama, el mercado español de transporte de mercancías por carretera parece que seguirá dominado este 2025 por una capacidad muy ajustada.

Así lo demuestra, por lo menos, el hecho de que el pasado 2024 hayan desaparecido del mapa 2.309 empresas de transporte de mercancías en el país, principalmente de ligeros.

Esta situación de escasa capacidad presiona los precios de los servicios al alza, una noticia inicialmente buena para los transportistas, pero que se produce en un contexto de altos costes.

Además, las políticas europeas de control de la inflación contribuirán previsiblemente y con el paso de los meses a limitar este posible incremento de las tarifas, como conscecuencia de la propia dinámica de mercado.

También en este sentido de alza de los costes presiona también la citada escasez de conductores, que lleva a las empresas a mejorar las condiciones salariales en la medida de sus posibilidades para tener sus camiones en marcha.

Demanda y mercado

En cualquier caso, todo depende de la evolución final de la demanda, de tal modo que si las economías francesa y alemana empiezan a carburar, se podría acentuar la escasez de camiones disponibles para el transporte nacional, especialmente si los servicios internacionales son más rentables.

Desde el punto de vista empresarial, todo apunta que se mantendrá el dinamismo de los últimos años.

Persiste el interés de los fondos e inversores nacionales e internacionales. Además, se sigue percibiendo que el sector juega un papel destacado a nivel económico del que se puede sacar partido, especialmente entre las empresas con clientes más grandes y fieles.

Sin embargo, recientes experiencias reflejan que gestionar una empresa de transporte de mercancías tiene sus propias reglas, entre las que se incluyen un conocimiento profundo de los mecanismos del mercado, una dirección que tiene que estar encima del día a día y con capacidad para maniobrar en un segmento de actividad fuertemente competitivo.

En definitiva, 2025 parece llamado a traer más madera, que diría Groucho. Mientras, todose irá viendo a su debido momento.

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