Nuevos hábitos de consumo

El auge de los congelados reclama cambios en la distribución y el almacenamiento

El consumo de productos congelados crece de manera sostenida en los últimos años, impulsado por nuevos hábitos de consumo y una inflación disparada. En este contexto al alza, el sector busca adaptar sus servicios de distribución a un mercado en fase expansiva y con nuevas necesidades, así como garantizar el suministro a los almacenes para evitar situaciones como la vivida con el gran apagón ibérico del pasado mes de abril.

03/11/2025 a las 10:35 h
El sector de congelados se abre paso entre los nuevos hábitos de consumo.
El sector de congelados se abre paso entre los nuevos hábitos de consumo.

Los cambios en los hábitos de consumo y la fuerte evolución al alza de los precios en un contexto de fuerte crecimiento de la inflación hace que muchos consumidores busquen alternativas más baratas en el día a día. En este contexto, el consumo de productos congelados viene abriéndose paso como una opción más asequible que los caros productos frescos para muchos bolsillos.

Los datos confirman la positiva evolución del mercado de congelados en España. Concretamente, el valor del mercado de alimentos congelados en la península ibérica ha cerrado 2024, según datos provisionales, con unos 6.000 millones de euros.  Este registros suponen un crecimiento anual de en torno a un 2%, similar al del año anterior, según datos de DBK. 

El mercado continúa experimentando, de esta forma, un crecimiento moderado, favorecido por la prolongación de la tendencia alcista del consumo privado. Cabe señalar, no obstante, que los operadores siguen haciendo frente a una intensa rivalidad en precio. De manera particular, los segmentos de platos preparados y patata prefrita registraron, de nuevo en 2024, la evolución más positiva. Ambos alcanzaron una tasa de variación en el entorno del 6%.

A su vez, se estima que el mercado de carne congelada contabilizó un aumento del 2,5%, ligeramente superior al calculado para el segmento de vegetales congelados mientras que las ventas de pescado y marisco congelado experimentaron un retroceso adicional, si bien siguieron generando la mayor parte del negocio.

Por otro lado, el valor de las exportaciones registró en 2023 una caída del 9,3%, hasta los 5.265 millones de euros con lo que se intensificó la tendencia descendente que se había iniciado en el año anterior y que, en función de los datos provisionales, se prolongó en 2024. Aunque perdieron relevancia, China y Japón se mantuvieron como los principales destinos, por delante de Italia y Portugal.

Según los datos de DBK Informa, el sector se encontraba formado en 2023 por unas 320 empresas, cifra que mostró un descenso, como consecuencia de las operaciones de compra y fusión de empresas, y el cese de actividad de algunos operadores.  Sin embargo, el volumen de empleo generado superaba los 17.000 trabajadores, cantidad que se visto favorecida por el crecimiento de la actividad.

A pesar del predominio de compañías de pequeña y mediana dimensión, generalmente de capital español y de origen familiar, el sector presenta una tendencia hacia la concentración. 

Así, los cinco operadores del sector con una mayor facturación en España obtuvieron en 2023 una cuota de mercado conjunta del 23%, mientras que los diez primeros reunieron el 36%. Ambos porcentajes han aumentado en los últimos años. 

Mejorar el reparto en un contexto al alza

En este contexto expansivo, el sector aboga por incorporar cambios en su operativa logística para adaptarse a la realidad de un mercado en constante evolución.

De manera particular, las empresas de productos congelados pretenden mejorar la capacidad de carga de los vehículos de distribución, así como por eliminar las trabas legales que impiden reducir emisiones y mejorar la eficiencia, frenando la distribución en el canal Horeca, en particular. Según Frozen España y Fedis Horeca, existe una grave incongruencia legislativa que actualmente afecta de forma directa al sector. 

Por un lado, el Reglamento General de Conductores permite conducir vehículos de más de 3.500kg  hasta los 4.250 kg con carnet B, siempre que estén propulsados por combustibles alternativos. Por otro, el Ministerio de Transportes exige disponer de tarjeta de transporte y Certificado de Aptitud Profesional (CAP) para cualquier vehículo que supere los 3.500 kg, independientemente de su sistema de propulsión.

Coviran Coslada cámara contenedores congelado
El mantenimiento de la cadena de frío es clave en el sector.

A juicio de las patronales de congelados, esta falta de coherencia normativa entre organismos del propio Estado no solo genera confusión e inseguridad jurídica entre fabricantes, distribuidores y operadores logísticos, sino que imposibilita el avance hacia modelos de transporte más sostenibles y eficientes. 

Para las empresas, estas contradicciones legislativas están penalizando a quienes invierten en tecnología limpia y apuestan por vehículos refrigerados seguros y modernos, y están obstaculizando la transición ecológica y logística que exigen tanto las ciudades como la normativa europea.

Ante esta situación, los participantes plantean una batería de propuestas. La primera se centra en unificar y actualizar la normativa de conducción y transporte, permitiendo el uso del carnet B para vehículos de hasta 4.250 kg sin distinción por tipo de energía, cuando se trate de vehículos especializados como los frigoríficos o en los casos de mercancía de alimentación y bebidas.

También se quiere revisar el peso máximo autorizado, excluyendo del cálculo elementos necesarios como las baterías en vehículos eléctricos, sistemas de seguridad laboral como carretillas o rampas elevadores o de seguridad alimentaria como los propios equipos de frio que mantienen la trazabilidad de los productos.

Si se implementara esta batería de propuestas se podría reducir desplazamientos y emisiones hasta en un 50%, lo que permitiría diseñar un modelo logístico más eficiente y con menor huella ambiental, a la vez que mejoraría la circulación y seguridad vial al reducir los vehículos de transportes de mercancías.

En esta misma línea, Frozen España y Fedis Horeca inciden en que la modernización del transporte urbano de mercancías no puede seguir paralizada por incoherencias entre normativas, por lo que reclaman una acción coordinada, urgente y con visión de futuro.

El sector reclama más seguridad jurídica en la distribución urbana y garantías en el suministro eléctrico a sus almacenes.

Almacenamiento, factor clave

Por otra parte, el almacenamiento y la conservación de la cadena de frío es otro elemento clave para el sector de congelados, como quedó demostrado con el gran apagón ibérico del pasado mes de abril, que ha tenido un impacto significativo en el sector de los alimentos congelados, paralizando de forma casi total la producción y distribución de muchas empresas del sector, según Frozen.

Los almacenes, en su mayoría, han podido resistir esta caída masiva del flujo eléctrico gracias a la estabilidad térmica de los productos congelados, lo que ha evitado una pérdida masiva de stock.

Para evitar que situaciones similares se repitan en un futuro, Frozen reclama el establecimiento de medidas preventivas y sistemas de aviso inmediato para sectores estratégicos como el nuestro. La energía no puede seguir siendo una variable desatendida en industrias cuya operativa depende completamente de su continuidad, así como bien de primera necesidad para mantener la calidad de nuestra alimentación.

Así mismo, la patronal critica la falta de información y coordinación durante la gestión del apagón, en un sector donde la energía no es solo un recurso, sino un elemento crítico para garantizar la seguridad alimentaria y el funcionamiento básico de la cadena de frío, así como la ausencia de protocolos específicos y alertas tempranas ha generado una situación de incertidumbre que podría haberse evitado, a su juicio, con una mejor comunicación entre administraciones y empresas.