Del código de barras a la IA: siete décadas de avances en la identificación

La trazabilidad, el origen o el estado de un envío son elementos que todos damos por hecho en la actualidad, capaces de agilizar sobremanera cualquier actividad de nuestro trabajo, un camino que comenzó a allanarse con la llegada del código de barras.

25/07/2023 a las 20:14 h

A día de hoy es inimaginable pensar en un mundo sin sistemas de identificación. Todos los procesos logísticos, desde la compra de una simple barra de pan hasta el seguimiento en tiempo real de mercancías a la otra punta del mundo, implican la incorporación de algún tipo de sistema que permita ese reconocimiento de las operaciones.

Y aunque hoy dispongamos de un catálogo casi infinito de herramientas en este sentido, lo cierto es que no hace tanto que comenzaron a implementarse. Fue concretamente a mediados del siglo pasado, cuando Joseph Woodland y Bernard Silver desarrollaron, tras años de prueba y error, un sistema basado en líneas gruesas y estrechas que patentaron y vendieron por unos 15.000 euros en 1952conocido como código de barras.

Esta primera versión no resultó del todo exitosa, y hubo que esperar a que expirase la patente en 1960para que otras compañías, como IBM, retomaran las investigaciones y que, en 1974, se vendiera en los Estados Unidos el primer producto dotado de código de barras con el formato que tiene actualmente.

Desde entonces el código de barras ha demostrado ser un método óptimo para organizar inventarios, rastrear y localizar productos, y agilizar las compras en las tiendas.

En comparación con la introducción de datos a través de un teclado, que requería una media de dos caracteres por segundo, leer un código de barras es prácticamente instantáneo.

[sumario]El código de barras es un sistema omnipresente que ha contribuido decisivamente a agilizar y dar más precisión a las operaciones logísticas desde los años setenta del pasado siglo XX”.[/sumario]

En España desde 1977

Rápidamente sus utilidades fueron expandiéndose a otros ámbitos y llegó a España en 1977, siendo Mercadona la primera en introducirlo.

Ese mismo año nació Aecoc, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores, cuya razón de ser fue la implantación del código de barras según los estándares internacionales de GS1, dotando así con un «lenguaje común» a los fabricantes y distribuidores del país.

En la actualidad, setenta años después de la patente original, los códigos de barras se utilizan en prácticamente todas las actividades humanas.

Incluso la NASA identifica cada pieza de sus naves y satélites con un código de barras, un sistema que está integrado en la vida de miles de personas, que constituye un elemento crucial para el comercio y que ha facilitado cadenas de suministro más ágiles y eficientes.

QR, más allá del código de barras

Pero todo evoluciona y la aparición de nuevos dispositivos ha llevado a la evolución de los códigos de barras tradicionales, dando lugar a nuevas variedades como los códigos QR y Bidi. En este sentido, un código de barras puede almacenar unos 100 bytes de información, mientras que en un código QR caben hasta 3 kb.

Por otro lado, mientras que un código de barras contiene información del producto, como precio, peso, fabricante, fecha de caducidad; información de afiliación puntos de fidelidad o datos personales, un QR puede codificar la mayoría de tipos de información,como especificaciones detalladas del producto.

Y, ahora, el QR se utiliza para todo tipo de comercio electrónico y compras en línea, marketing, publicidad, venta al por menor, hoteles, restaurantes, turismo, transporte, etc.

El salto a otros sistemas de identificación

Otra alternativa que está ganando fuerza es la realidad aumentada.

Pero, sin duda, uno de los sistemas que más implantación está teniendo es el reconocimiento óptico de caracteres u OCR, una solución tecnológica que permite extraer texto de imágenes, ya sean documentos digitales o fotografías, y que evalúa pixel por pixel para determinar las formas y rasgos que coincidan con alguna de las formas de los caracteres, convirtiendo la información extraída en datos entendibles y editables en un archivo informático, con el objetivo de reutilizar los datos.

Pero hay mucho más allá de estos formatos, como la RFID o sistema de identificación de mercancías por radiofrecuencia.

La gran ventaja frente a los métodos de identificación de mercancías vistos hasta ahora es que no será necesario el contacto visual para hacerla funcionar. Además, la capacidad de almacenamiento de información del chip es mucho mayora la de los códigos escaneables.

Por otro lado, Amazon está trabajando para eliminar el código de barras y cualquier tipo de etiqueta, merced al desarrollo de un sistema de identificación a través de diferentes modalidades para automatizar la identificaciónde las referencias por medio de su apariencia y dimensiones.

La inteligencia artificial supone el nuevo paso natural en los sistemas de codificacion e identificación para conseguir una operativa a tiempo real, con una visibilidad integral

Sea como fuere, la evolución no acabará aquí. En menos de un siglo hemos pasado de un sistema binario a explorar casi cualquier posibilidad con la inteligencia artificial. El futuro de la identificación acaba de empezar.

 

Lo más leído