El Canal de Panamá ha registrado un tráfico de 403,8 millones de toneladas en 2017.
Si la tensión comercial entre Estados Unidos y China sigue aumentando, podría haber muchos menos buques transitando en los próximos meses por las esclusas del Canal de Panamá, si bien esta caída podría compensarse con las exportaciones de graneles desde el norte de Brasil.
Esta infraestructura, que atraviesa Panamá creando una ruta de navegación entre el Atlántico y el Pacífico, es una de las principales fuentes de ingresos del país centroamericano. La mayoría de cargas que utilizan el canal vienen o van a Estados Unidos y China, por lo que la guerra comercial que están manteniendo tiene su impacto en la cantidad de envíos que pasan a través de las esclusas.
Sin embargo, desde la Autoridad del Canal confían en que los tráficos desde Brasil, que es el mayor productor de soja del mundo, impulsarán la actividad. Habitualmente, se envía a través del océano Atlántico y el Índico, pero a principios de 2018, los agricultores de la zona firmaron un acuerdo con los gestores de la infraestructura para reducir sus costes de transporte y aumentar los volúmenes enviados por esta vía.
Además, el aumento de la demanda de Gas Natural Licuado en Estados Unidos procedente de países como Japón, Corea o México podría compensar en parte el menor número de buques que viajan a China.
En el ejercicio fiscal 2017, que finalizó en septiembre de ese mismo año, el Canal de Panamá ha registrado 403,8 millones de toneladas movidas, incluyendo 143 millones en buques portacontenedores y 79 en graneleros. En cuanto a la soja, unos dos millones de toneladas se han transportado desde Brasil por esta vía navegable, de un total de 60 que han partido del país.