La demanda crecerá de forma significativa en Asia, África y Oriente Medio.
Las nuevas tecnologías cambiarán en el futuro el alcance y la naturaleza del mercado hortofrutícola, provocando una gran disrupción en la distribución de este tipo de productos. Esta tendencia se combinará con un fuerte aumento del consumo de frutas y verduras en los próximos años, dado que los consumidores demandarán más productos frescos.
Esta ha sido una de las principales conclusiones del análisis del sector para 2018 que se ha presentado en Berlín en la feria Fruit Logística, en la que se ha hecho hincapié en que dependiendo de la región, el desarrollo del mercado variará en velocidad e intensidad.
Mientras la demanda de frutas y verduras en Europa y Norteamérica crecerá ligeramente hasta 2030, en Asia, África y Oriente Medio aumentará de forma significativa. A esto se sumará un cambio en el tipo de consumo, que llevará el de frutas y verduras al 32% del consumo total para ese año.
Nuevos desafíos de la mano del e--commerce
Con una tasa de crecimiento del 6%, el e-commerce supondrá nuevos desafíos para los productores y la cadena de suministro. Mientras el comprador del supermercado local puede elegir sus productos en la tienda, esta opción no está disponible en Internet y los productores consideran que solamente el 25% de su cosecha es adecuada para la distribución on-line.
Las plataformas de comercio electrónico disponibles para ello también se enfrentan a algunos desafíos en cuanto a la velocidad, la flexibilidad, la precisión y la transparencia. Sin embargo, las colaboraciones estratégicas y la reducción de los tiempos de entrega ayudarán a que los consumidores reciban rápidamente sus productos frescos.
Algunos actores de talla mundial, como Walmart o Carrefour, están apostando por la tecnología 'blockchain' para coordinar los procesos de entrega. Así, en unos años los clientes podrán escanear un código QR en la tienda para averiguar de qué productor proceden las frutas y verduras que va a comprar.