El exceso de contenedores llena los depósitos y dificulta la gestión de las cadenas de suministro

Algunos analistas detectan un exceso de contenedores en las cadenas de suministro que hace que algunos depósitos estén al límite de sus capacidades, añadiendo nuevas ineficiencias a la gestión logística global.

11/04/2023 a las 12:57 h

Si hace unos meses se decía que faltaban contenedores, ahora parece que la situación es justo la inversa. Sin embargo, el problema parece seguir siendo el mismo: el desequilibrio existente a lo largo de la cadena de suministro en la distribución de estos equipos imprescindibles para la mayor parte de tráfico marítimo de mercancías del planeta, que hace que se acumulen en ciertas zonas, mientras escasean en otras.

Según Container XChange, la sobreoferta de contenedores existente actualmente está provocando que muchos contenedores en países como China estén al 90% de su capacidad. Esta situación provoca ineficiencias en el movimiento de contenedores almacenados y, además, genera un coste financiero para las entidades gestoras de los depósitos que no pueden dar agilidad al tráfico de estos equipos.

Este panorama se debe, de acuerdo con el análisis, tanto a la ingente incorporación de nuevos contenedores en el mercado en los dos últimos años, como al mantenimiento en activo de los equipos más antiguos, a la vista de las dificultades que vienen produciendo en el transporte mundial de contenedores desde la irrupción de la pandemia.

Así pues parece que se impone una estrategia conservadora entre los propietarios de los contenedores y las navieras, que, por el momento, prefieren mantener un alto volumen de equipos en el mercado a la espera de ver cómo evolucionan los precios, especialmente de cara a la segunda mitad de 2022, cuando podrían empezar a retirarse los contenedores más viejos y deteriorados para evitar mayores caídas de los precios.

A todo este contexto se añade además el proceso de reorganización en ciernes que están viviendo algunas de las cadenas de suministro más complejas y globalizadas, con el fin de buscar otros lugares de producción y abastecimiento más allá de China, lo que podría conducir a servicios más fragmentados y dispersos, con menos demanda en las que hasta ahora han venido siendo las grandes líneas del comercio global.

Todo ello conduce, a su vez, a un nuevo cambio en el equilibrio entre oferta y demanda que parece haber empezado ya.

 

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