Durante el pasado 2022 se han movido en España un total de 4,59 millones de vehículos terminados, un 2,6% más que en 2021, pero por debajo de los más de cinco millones de unidades que se alcanzaban antes de la pandemia, según los datos del último informe de valoración logística publicado por Anfac esta semana.
Sin embargo, este crecimiento se ha dado en un entorno marcado por las fuertes tensiones geopolíticas internacionales y sus efectos sobre diferentes sectores económicos, incluida la industria automovilística.
Consecuentemente, Anfac detecta irregularidad en los flujos, con una cierta persistencia de cuellos de botella en el provisionamiento de componentes que han condicionado la producción y exportación, aunque con mejoras en los últimos meses del año.
Todo ello dibuja, según el criterio de la organización empresarial, un año difícil para el transporte de vehículos, con reducción de las flotas de portavehículos y falta de conductores, falta de vagones especializados, locomotoras y maquinistas, así como con colapsos en los puertos por dificultades en el transporte por carretera, falta de barcos car-carriers y dificultades para mantener las rutas marítimas.
El transporte marítimo crece
De ese volumen anual, 2,2 millones de vehículos se han movido a través de transporte marítimo, con un crecimiento anual de un 9,2%, hasta alcanzar una cuota de un 48,4%, favorecida especialmente por la recuperación plena de la producción de las plantas automovilísticas españolas y el aumento de la exportación, factores que han permitido que el transporte marítimo sea el más utilizado para el transporte de vehículos en el país.
Pese a ello, la valoración media de los puertos españoles baja una décima con respecto a 2021, con una puntuación global de 3,9 sobre cinco y que refleja las tensiones sufridas por este modo de transporte a lo largo de 2022.
La carretera sufre la falta de oferta
A su vez, el año pasado se han transportado por carretera un total de 1.812.325 vehículos, lo que supone una caída anual de un 6,5% anual. Esta disminución se concentra en el transporte internacional, que se ha contraído un 26,2%, para sumar un total anual de 578.247 unidades, mientras que el nacional presenta un ascenso de un 6,8% con respecto a 2021, con un total en el ejercicio de 1.234.078 unidades.
Consecuentemente, la cuota de este modo ha disminuido en 3,8 puntos porcentuales hasta colocarse en un 39,5%, que apunta las dificultades de disponibilidad de medios y de conductores, que condicionan la oferta en el segmento de portavehículos.
En cuanto a la valoración obtenida en 2022, el transporte por carretera a nivel nacional obtiene la misma que en la edición anterior: un 3,7 sobre 5. A nivel internacional, se recorta cinco décimas al pasar del 4,2 obtenido en 2021 al 3,7 de 2022.
El ferrocarril recupera terreno
Por otra parte, durante 2022 el transporte de vehículos en ferrocarril ha crecido un 10,9%, para un volumen anual de más de 550.000 vehículos.
Este crecimiento se debe, según la patronal de automoción, al ligero aumento de la producción nacional de vehículos, mientras que, por contra, el transporte de componentes en tren ha caído un 9,7% anual, con un retroceso especialmente significativo en el tráfico nacional de un 21,7%, aunque las toneladas del transporte internacional de componentes han aumentado un 7,9%.
La cuota modal del transporte ferroviario se ha situado en 2022 en un 12,1%, lejos, en cualquier caso, de las cuotas previas a la pandemia. Según Anfac, los problemas de falta de maquinistas, vagones y locomotorashan lastrado un mayor crecimiento de este modo de transporte que solo ha podido reaccionar en parte ante la mayor demanda.
Con respecto a la valoración de este modo, Anfac estima que ha retrocedido una décima en 2022 con respecto a 2021, hasta situarse en 3,2 sobre un total de cinco puntos. En particular, las tendencias son diferentes en el tráfico nacional e internacional, ya que, mientras que el primero cae una décima hasta el 3,1, el internacional se mantiene constante con una valoración de 3,6 sobre cinco.
