Fegatramer denuncia "el acoso y derribo" a los transportistas españoles en Europa

La federación ha pedido que se "ponga fin a toda una serie de normas y comportamientos" que se han producido tanto en Francia como en Alemania.

31/07/2015 a las 8:02 h

Gendarmes franceses ante un camion espanol Fegatramar ha denunciado la pasividad de la Gendarmería francesa.

La Federación Gallega de Transportes también se ha unido en la denuncia de la "persecución y acoso" que están experimentando los transportistas españoles en algunos países de la UE, y ha solicitado a Bruselas y al Gobierno español "que pongan fin a toda una serie de normas y comportamientos" que se han producido tanto en Francia como en Alemania.

En concreto, en el país vecino, los agricultores y ganaderos han atacado"una vez más" a los camiones españoles que han tratado de cruzar la frontera, una acción que ha quedado "impune" por parte de las autoridades europeas, francesas, así como la Gendarmería, "pese a la reincidencia". Además, el riesgo "es también para los conductores", ya que algunos manifestantes han llegado a agredir a aquellos que se han negado a abrir el camión.

En cuanto al caso de Alemania, "a parte de los peajes por el uso de sus infraestructuras, y el nuevo control de salarios de los conductores", los transportistas españoles están siendo inspeccionados "de forma expeditiva y desmedida" en cuanto a la estiba de las mercancías y las dimensiones de los vehículos, en especial las inspecciones de altura de los semirremolques, según informa la federación.

Amparándose en esta nueva aplicación de la normativa alemana sobre control de gálibo de los vehículos, la policía germana viene controlando a los camiones extranjeros que circulan por sus carreteras, buscando localizar vehículos cuya la altura máxima de los semirremolques no supere los 4 metros con un margen de error no superior al 1%.

Como consecuencia de ello, "unos pocos centímetros dan como resultado unas fortísimas sanciones", que puede suponer 2.000 euros de multa, además de implicar la paralización del vehículo y de las mercancías, que para moverlas, se deben pagar "precios desorbitados" a empresas locales, en el caso de no disponer de vehículos propios que puedan cubrir el trayecto.

Además los agentes alemanes están avisados de los sistemas de control de la altura de la quinta rueda, por lo que obligan a ponerla también en situación de conducción y no sólo en el modo de baja altura en estacionamiento.

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