La naviera alemana ha tenido que retirarse de algunas conexiones para lograr la autorización de compra por parte de Maersk.
En los últimos dos años, de relativa estabilidad en el comercio entre el Lejano Oriente y la costa este de Sudamérica, parecen haberse sentado las bases para el cambio. Se espera que el aumento de capacidad en el mercado y la salida de Hamburg Süd de dos de los corredores más transitados alteren en 2018 el equilibrio entre la oferta y la demanda en esta línea.
La retirada de la naviera alemana de estas conexiones se debe a los requisitos impuestos por las autoridades competentes para autorizar la adquisición por parte de Maersk, pero el operador buscará soluciones alternativas para continuar presente en este mercado.
Entre junio de 2015 y junio de 2016, la capacidad total semanal entre el Lejano Oriente y la costa este sudamericana ha disminuido un 40%, manteniéndose en los mismos términos desde entonces, ya que los últimos ajustes en los servicios en mayo de 2016 supusieron una reducción del número de servicios semanales a solamente tres, respecto a los seis de 2015 y los nueve de 2011.
Durante el mismo periodo, las tasas de carga en las líneas entre el puerto chino de Shanghai y el brasileño de Santos han pasado de los 100 dólares/TEU (80 euros) a los 2.500 dólares/TEU (2.005 euros) y se han mantenido entre los 1.800 dólares (1.444 euros) y los 3.800 dólares (3.049 euros) desde entonces.
En los últimos dos años, estos aumentos de las tarifas han podido mantenerse por la gestión de la capacidad de las navieras, que han contribuido a aumentar la utilización de los buques en estas conexiones marítimas.
Sin embargo, los factores de carga y las tasas entre el Lejano Oriente y la costa este de Sudamérica, que se mantienen en cifras positivas, han impulsado a los operadores a aumentar su capacidad en enero de 2018 y se espera que sigan haciéndolo a lo largo del año por la reorganización de las alianzas a partir de abril de 2018.