La complejidad logística va en aumento.
Las fusiones y adquisiciones de grandes y pequeñas, las mayores necesidades de abastecimiento de países en desarrollo, o el aumento de las exportaciones de estos a causa de la descentralización de la economía, entre otras circunstancias, aumentan la complejidad de la logística en cualquiera de sus fases.
Dicha situación motiva, por tanto, que aumente el estrés al que se ven sometidos los profesionales encargados de gestionar la logística de fabricantes y minoristas.
Según la consultora Drewry, gestionar los flujos de transporte y elegir las mejores soluciones logísticas se ha vuelto especialmente complicado durante los últimos cinco años, y será cada vez más difícil en una economía globalizada en la que la recesión económica de los últimos años ha cambiado las reglas del juego.
Sin ir más lejos, países como Chad, Uzbekistan, Nigeria o Mongolia han experimentado aumentos de más del 20% en su producciónen sólo un lustro, mientras que la fabricación en China, la potencia que más ha crecido durante los últimos años, ha incrementado en este periodo un 12%.
El cambio en los focos de producción está provocando que las navieras, en un contexto económico marcado por limitaciones presupuestarias y descensos de los ingresos, hayan visto aumentada la demanda en países donde apenas tenían presencia.
Por su parte, los directores de Logística o de Operaciones de grandes empresas suelen tener en sus manos cientos de rutas que gestionar, mientras trabajan con una gran cantidad de datos y una media de 20 operadores o navieras que les prestan sus servicios.
A esta gran cantidad de trabajo se suma el hecho de que, hace sólo dos décadas, una gran multinacional tendría una plantilla de unas 30 personas encargadas de estas operaciones, personal que se ha visto reducido considerablemente en los últimos años y que, con bastante probabilidad, no aumentará en un futuro.
Desde Drewry sostienen que, en lugar de incrementar la plantilla de expertos, las empresas optarán por tecnologías de soporte integralque permitan optimizar la gestión logística y por externalizar muchas de estas actividades, aunque conservando siempre la estrategia global de la gestión y contratación de proveedores.