La Autoridad Portuaria de Baleares tiene plena constancia de que en los últimos quince años, mientras que su volumen de negocio ha crecido 42%, su plantilla ha descendido un 12,5% en ese mismo período.
Además, según los responsables del sistema portuario balear, paralelamente, estos años coinciden con un aumento de la complejidad en la gestión, más necesidades en materia de medio ambiente y más control presupuestario, por lo que, para hacer frente al gran volumen de negocio, se necesita mayor capacitación y una organización más compleja y amplia.
Esto coloca a la Autoridad Portuaria, como ha reconocido recientemente su presidente, Francesc Antich, "en un momento de especial dificultad, y se necesita urgentemente una plantilla y estructura así como es necesario, adecuadas a los retos a los que se enfrenta".
En este mismo sentido, el comité de empresa de la Autoridad Portuaria de Baleares también ha denunciado recienemte la situación en la que se encuentra el organismo, con personal y medios que son “totalmente insuficientes” para asumir las cargas de trabajo existentes.
Así pues, los representantes de la plantilla del ente portuario aseguran que la plantilla actual no puede gestionar las cientos de escalas de los buques, ni las peticiones de los usuarios ni la seguridad, con carencias que afectan de manera particular al personal de mantenimiento y a la policía portuaria.
Dada esta realidad, el comité de empresa no descarta movilizaciones y, al tiempo, también asegura que vigilará que se respetan las condiciones de trabajo del conjunto de trabajadores de la Autoridad Portuaria.
Una situación similar se vive en otros puertos del país, en los que sus responsables vienen reclamando medidas que les permitan ampliar las plantillas en diferentes ámbitos con el fin de no perjudicar a la competitividad de sus enclaves.