La segunda mesa de la cita LoginREAL'22, el evento que organiza Cadena de Suministro y que reúne a todos los actores del sector inmologístico español, se ha centrado en analizar las necesidades de los inquilinosen relación con las características de los activos logísticos.
En la mesa, con la moderación de Alejandro Rumayor, de Appunle, han participado Rebecca Schulz, de Zalando; Carlos Garrido, de Cottés; Gregorio de León, de Eigo; Ramón Lázaro, de GSE; Asier Axpe, de Liderled; y Miquel David Martínez, de VGP.
Entre otros aspectos, durante el encuentro se han analizado cómo han evolucionado las naves logísticas, ganando complejidad y adaptándose a los requerimientos que exige una logística cada vez más tecnificada y que juega un papel cada vez más importante en las estrategias empresariales.
De igual manera, también han sido objeto de debate la creciente especializaciónque se vive en el sector, el impacto que tiene la evolución de las rentas y la inclusión de nuevos factores cada vez más importantes en el diseño de inmuebles logísticos, como la sostenibilidad o las instalaciones destinadas a retener a un talento cada vez más escaso.
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Así mismo, también se ha prestado especial atención a cómo la creciente complejidad de las actividades logísticas está haciendo evolucionar el modo en que se conciben y desarrollan los proyectos de nuevas instalaciones, especialmente en un contexto de incertidumbre como el actual que dificulta las previsiones.
La profunda metamorfosis de las naves logísticas
Rebecca Schulz, de Zalando, ha hecho referencia a la "profunda metamorfosis que han vivido las naves logísticas en los últimos años" y, ante un contexto de gran incertidumbre, ha abogado por "pensar en cómo mejorar, porque hay camino que recorrer para mejorar las prestaciones y características de las naves".
Por su parte, Carlos Garrido, de Cottés, ha dedicado parte de su intervención a analizar cómo va a afectar al sector los cambios normativos que están a punto de aprobarse y que, como ha explicado, han generado preocupación en el sector, especialmente por lo que respecta a la clasificación de los riesgos de incendio en las instalaciones de almacenamiento. Sin embargo, para Garrido, la nueva normativa "va a mejorar la seguridad de las instalaciones logísticas", un elemento al que dedican mucho esfuerzo todos los actores del sector.
A su vez, Gregorio de León, de Eigo, se ha centrado en cómo las labores de construcción de naves logísticas se adapta a las necesidades de los inquilinos, con proyectos que, según su criterio, "tienen cada vez más complejidad" y que demandan un alto grado de especialización, con empresas que son capaces de aportar un gran valor añadido desde la fase de diseño.
Por otro lado, Ramón Lázaro, de GSE, apunta que el sector se dirige "hacia desarrollos a medida" y aboga por incorporar con normalidad en los proyectos de instalaciones logísticas aspectos cada vez más importantes como la sostenibilidad e iniciativas para retener el talento.
A su vez, para Asier Axpe, de Liderled, señala la importancia de "buscar oportunidades con la propiedad para incorporar medidas de ahorro en los desarrollos logísticos". En particular, Axpe cita los ahorros que se pueden generar en los consumos energéticos, con retornos de la inversión cada vez más ajustados para las inversiones en aspectos clave como la iluminación.
Finalmente, Miquel David Martínez, de VGP, aboga por "crear espacios de sostenibilidad y competitividad para los usuarios" y por "gestionar los inmubeles logísticos de manera sostenible".
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Nuevos factores en activos de creciente complejidad
En definitiva, la logística evoluciona a pasos agigantados y propone al sector inmologístico retos relacionados con la sostenibilidad, los costes energéticos, la responsabilidad social corporativa o la retención del talento en un entorno de máxima competencia.
De igual manera, en paralelo, y para atender a las necesidades de una operativa cada vez más ágil y compleja, se está produciendo una gran evolución en el diseño de las naves, en las urbanizaciones de parques y plataformas que, en definitiva, han permitido que los almacenes se hayan convertido en elementos generadores de un gran valor añadido para cualquier actividad empresarial, en vez de ser vistos como simples centros de coste, tal y como venía sucediendo hasta hace pocos años.
