Tras la disminución de un 15% en la contratación de los astilleros españoles en 2006, se experimentó un aumento de aproximadamente un 13% en el 2007 para finalmente y con el comienzo de la crisis económica el sector volver a disminuir durante el 2008 en un 31%. La peor caída fue la registrada en 2009, con un retroceso del 83% respecto al año 2008.
Los nuevos contratos del año 2009 se produjeron en astilleros privados, mientras los astilleros públicos no consiguieron aumentar su cartera de pedidos. El año 2010 siguió la misma línea que el anterior, al igual que ha ocurrido en 2011, en el que sólo se han obtenido contratos para los astilleros privados, siguiendo los públicos sin tener cartera de pedidos.
En total este año se han conseguido 39 nuevos contratos, tres nacionales y 36 de exportación, un importante crecimiento ya que el año anterior solo se consiguieron siete. Mientras que en 2010 se consiguieron 25 contratos y 13 en 2009.
Con este escenario, el sector naval gallego ha perdido la segunda posición en la construcción de barcos superado por Asturias y por el País Vasco que continúa siendo líder. La Gerencia del Sector Naval, Gernaval, ha publicado un boletín informativo sobre la construcción naval en el que indica que el sector naval gallego supone el 27% del conjunto de España, superado por el asturiano (29%) y el vasco (36%).
Cabe destacar que durante el año pasado solo dos astilleros de Vigo lograron contratos. Armón consiguó cinco pedidos, y Metalships que se encarga de la construcción de un buque para Estados Unidos.
El pasado mes de noviembre, finalmente la CE apruebó el nuevo tax lease propuesto por el Gobierno español, después de que en junio de 2011 Bruselas abriera un expediente al anterior modelo de bonificaciones fiscales. Estos pésimos resultados en Galicia pueden ser consecuencia de la ausencia de bonificaciones fiscales.
Mientras que los astilleros vascos consiguieron ocho nuevos pedidos antes de la aprobación del tax lease, por lo que este año se presenta con una gran carga de trabajo hasta el 2014. Tras la aprobación del tax lease la industria naval estima conseguir en los próximos meses nuevos contratos, por lo que los astilleros vascos esperan mantenerse con una tendencia positiva en el mercado en contraposición al resto de los astilleros españoles.