Íñigo Joaquín de la Serna Hernáiz ha sido designado por Mariano Rajoy este jueves 3 de noviembre, como el próximo ministro de Fomento, un cargo en el que, como principal responsable en España en materia de Transporte y Logística, deberá acometer importantes actuaciones, algunas de ellas a contrarreloj.
La más urgente, por estar pendiente una posible multa millonaria sobre el Estado español, es la de la reforma del modelo de estiba, que el Tribunal de Luxemburgo condenó hace ya casi dos años.
Desde entonces, la Comisión Europea ha instado en varias ocasiones al Estado para que ponga en marcha el obligado cambio, y el pasado mes de agosto daba lo que podría considerarse un ultimátum cuando solicitó al Tribunal una multa para España de 134.107,2 euros por cada día de retraso en la ejecución de la sentencia, y el pago a tanto alzado de 27.522 euros por cada día que persitiese la infracción.
En lo que se refiere al transporte por carretera, el ministro de Fomento debe también acometer el desarrollo del ROTT, Reglamento que ha de regular la Ley de Ordenación de Transporte Terrestre modificada en 2013 y que, según el Gobierno, se abordará de forma casi inmediata.
Los transportistas también esperan, como han manifestado en muchas ocasiones desde la patronal CETM, que el Gobierno siga apostando por la no implantación de la Euroviñeta en España, las ayudas al abandono de la profesión, los planes PIMA Transporte o la política de descuentos en las autopistas, entre otras cuestiones.
Algunos deberes "hechos"
En la columna del "Haber" de Fomento de la pasada legislatura, bajo la dirección de la anterior ministra de Fomento, Ana Pastor, se presentó a la Comisión Europea el texto de la reforma de la estiba, un escrito que los sindicatos esperan sea el consensuado con ellos, aunque esto no se haya confirmado desde Fomento.
Del mismo modo, según señalaba la secretaria general de Transporte, Carmen Librero, durante la XVI Asamblea General de la CETM, Fomento "ha hecho los deberes" en lo que respecta al ROTT, puesto que ya tiene redactado el borrador del mismo.
Relaciones a mejorar
Por otra parte, a tenor de la relación que vienen manteniendo durante los últimos años algunas administraciones autonómicas y el Ejecutivo central, es evidente que otro de los objetivos del nuevo ministro, será acercar posturas con los gobiernos autonómicos en materia portuaria y ferroviaria.
A este respecto, los gobiernos autonómicos de Valencia y Cataluña han mostrado en muchas ocasiones su malestar con el Gobierno central por la política llevada a cabo en torno al Corredor Mediterráneo, mientras que algunas administraciones y autoridades portuarias también solicitan la autogestión de los puertos.
En materia de carreteras, las competencias recaen en el Ministerio de Interior, aunque es a Fomento a quien le toca lidiar con las concesionarias de las autopistas en quiebra, un tema que se viene aplazando desde hace meses y al que tendrá que hacer frente y buscar una solución antes de junio de 2017.