Incluso años después de las primeras experiencias, el uso de drones para los envíos de mercancía sigue pareciendo ciencia ficción.
Sin embargo, siguen dándose pasos para desarrollar un campo de actividad logística que podría tener un futuro prometedorpor las posibilidades que ofrece de reducir la congestión en zonas densamente pobladas y, al tiempo, para reducir las emisiones contaminantes del tráfico rodado.
Así pues, parece que antes que en servicios de reparto a particulares, estos servicios tienen un importante campo de aplicación en circuitos cerrados.
En este sentido, las experiencias que se vienen produciendo con el uso de drones para envío de carga se centran sobre todo en afinar la seguridad en las operaciones y ampliar el rango de los vuelos.
Así pues, Zipline ha recibido autorización de las autoridades de aviación estadounidenses para utilizar drones para envíos de mercancías con distancias de hasta 42 kilómetros de distancia, con la posibilidad de sobrevolar zonas pobladas, en lo que supone el primer permiso de este tipo que se otorga en el país, uno de los más avanzados del planeta.
La compañía tiene previsto iniciar a finales de este mismo messervicios de este tipo desde sus instalaciones de Kannapolis, en Carolina del Norte, para tres compañías del sector sasnitario.
En esta misma línea, Zipline, además, pretende empezar a realizar entregas en Utah, antes de fin de año así como ampliar los vuelos con Walmart en Arkansas.
Además, de operar en los Estados Unidos, esta compañía también tiene actividad en Japón con Toyota, así como en Ruanda y Ghana, países africanos en los que abastece a unos dos mil centros sanitarios.