El operador reducirá las emisiones de carbono en 8.200 toneladas anuales.
El Grupo UPS invertirá 18 millones de dólares (16,89 millones de euros) en instalaciones de energía solar en al menos ocho de sus almacenes en Estados Unidos, donde los trabajos se completarán a finales de 2017.
El operador, que cuenta con más de 2.580 centros en todo el mundo, quintuplicará así su inversión actual en este ámbito, ya que ha identificado múltiples oportunidades relacionadas con las energías renovables en los próximos años.
Estos proyectos contribuirán a expandir la capacidad del operador para generar energía solar en casi 10 MW, con lo que la energía anual generada será equivalente a la de 1.200 hogares. De esta forma, podrán reducirse las emisiones de carbono en 8.200 toneladas al año.
La tecnología solar es capaz de proporcionar energía de forma efectiva y eficiente a largo plazo, y el operador cuenta con múltiples instalaciones donde poder desarrollarla a gran escala, incrementando las opciones sostenibles para los almacenes y vehículos eléctricos.
La intención del operador es adquirir más de 26.000 paneles solares, con capacidad para generar electricidad durante más de 25 años. Una vez instalados, cada edificio producirá el 50% de su energía diaria de esta manera.
Inversiones en energía solar desde 2004
Así, UPS, que comenzó a invertir en energía solar en 2004 en Palm Springs, California (Estados Unidos), será responsable tanto del diseño como de la implementación de los paneles en sus centros. Actualmente, también genera energía solar en sus instalaciones de Lakewood, Parsippany y Secaucus, en Nueva Jersey, y continúa invirtiendo en combustibles alternativos para sus activos fijos y móviles.
De hecho, ya ha invertido más de 750 millones de dólares (703 millones de euros) en este tipo de combustibles y en vehículos de tecnología avanzada, así como en estaciones de repostaje desde 2009.
Cuenta con más de 8.100 vehículos en su 'Rolling Lab', donde estudia cuál es el que más se ajusta a cada situación, desde las bicicletas eléctricas en las áreas urbanas de mayor densidad, como Londres (Reino Unido) o Hamburgo (Alemania), o los vehículos eléctricos e híbridos en Estados Unidos, hasta el uso de gas natural o propano.