El sector de la logística y el transporte ya no puede entenderse únicamente en términos operativos. Estamos inmersos en un proceso de transformación en el que la capacidad de adaptación e innovación marca la diferencia. La irrupción de nuevas soluciones tecnológicas, el auge del e-commerce y unas expectativas de cliente cada vez más exigentes han elevado la experiencia de cliente a un auténtico pilar estratégico para las compañías del sector.
Hoy en día, vamos mucho más allá de la distribución. Algunas compañías hemos dado un paso al frente en materia de digitalización. En nuestro caso, somos una empresa tecnológica capaz de conectar redes logísticas en más de 40 países de Europa, gracias a una infraestructura sólida y una apuesta decidida por la digitalización. Ya no se trata solo de transportar paquetes: se trata de ofrecer un servicio inteligente, flexible y personalizado, capaz de adaptarse a las necesidades de cada cliente, en tiempo real.
En este sentido, la digitalización ha sido el gran motor del cambio. Soluciones como el seguimiento en tiempo real, la gestión de envíos a través de WhatsApp o la opción de entrega flexible han mejorado significativamente la experiencia del destinatario y reducido las incidencias en la última milla. Cada año vemos cómo se incrementa el volumen de envíos que se gestionan, muchos de ellos con funcionalidades que permiten a los clientes cambiar la dirección de entrega, seleccionar un ParcelShop o recibir actualizaciones automáticas, todo desde el móvil.
La transformación del sector pasa también por una firme apuesta por la innovación en diferentes ámbitos para lograr la mejor experiencia de cliente, que destaca por ser más eficiente y personalizada. Desde nuestra experiencia, esta evolución se refleja en la mejora continua de los procesos productivos con la creación de espacios colaborativos, desde la base operativa hasta los mandos intermedios.
Además, la integración de herramientas de inteligencia artificial tiene un papel determinante para optimizar los procesos de atención al cliente y logística predictiva, anticipando así las necesidades antes de que surjan.
Pero en medio de este auge tecnológico, no podemos olvidar el papel esencial de las personas. De hecho, la empatía sigue siendo el mejor aliado tecnológico. La combinación de procesos automatizados con un trato cercano y adaptado es lo que realmente marca la diferencia. Nuestro compromiso no es solo con el paquete, sino con la experiencia completa del cliente: desde el clic hasta la entrega.
Por eso, la hiperpersonalización ya no es una ventaja adicional: es una expectativa. Iniciativas pioneras como el uso de agentes conversacionales en canales de mensajería han permitido a los clientes gestionar envíos en tiempo real, reduciendo los tiempos de espera y aumentando su satisfacción. Esta forma de comunicación directa y eficaz representa el nuevo estándar que el mercado nos exige.
Hoy en día vamos mucho más allá de la distribución, dando un paso al frente en materia de digitalización y siendo capaces de conectar redes logísticas en más de 40 países de Europa”.
Liderar el presente y el futuro del sector implica aprovechar toda la capacidad tecnológica de la compañía, sin perder nunca de vista el valor humano que aportan nuestros equipos. En este sentido, es necesario trabajar cada día para construir un modelo logístico más inteligente, más conectado y, sobre todo, más centrado en el usuario.
Porque si conseguimos crear una experiencia positiva, fluida y personalizada para cada cliente, estamos avanzando, sin duda, por la última milla de oro.