Gracias al aumento de su EBITDA en 2014, un 179% más que en 2013, la compañía ha decidido revalorizar la naviera en el proceso de venta que se reanudó en 2013.
Las obras, que tendrán un plazo de ejecución de cinco meses, servirán para adaptar la estructura del puente para el ferrocarril, que data de principios del siglo XX, a la actual normativa de Adif.
La propuesta realizada por Cerberus, de más de 100 millones de euros, habría sido rechazada a finales de 2014 por la familia Entrecanales, quedando Balearia como única naviera que aún puja por Trasmediterránea.
La naviera dobla los ingresos en el acumulado hasta septiembre, hasta los 30 millones de euros, a pesar del descenso del 10,9% en pasajeros y del 14,4% en la carga ro-ro.
El grupo ya contaba con licencia para transporte de mercancía en tren desde que el sector se liberalizó en 2005 y opera transportando carbón entre Gijón y La Robla (León) y ahora ha logrado la correspondiente licencia para tráfico de pasajeros.
La actual propietaria de la naviera, la familia Entrecanales, busca la salida de Trasmediterránea desde hace varios años, después de que en 2002 comprase la empresa al Estado por 272 millones de euros.
El plan de ajuste que Acciona lanzó en marzo de 2013 contempla desinversiones, que en el primer semestre se han situado entre 500 y 1.000 millones de euros