El proyecto tendrá un coste aproximado de casi mil millones de euros y de cara a 2030 pretende ser un serio competidor en tráfico de contenedores y reparaciones navales para el canario Puerto de La Luz.
La manera en que se desarrollaron las obras en su momento ha motivado que la superficie anexa al muelle no pueda utilizarse para el movimiento de cargas, con el consiguiente trastorno que esto supone.
La Autoridad Portuaria realizará un estudio geotécnico para comprobar la resistencia del terreno y de los elementos que se puedan ver afectados por la ampliación.
El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales ha levantado la suspensión de la línea, por lo que la apertura de sobres tendrá lugar el próximo 6 de febrero.
El proyecto deberá definir y calcular las obras necesarias para llevar a cabo la ampliación de la instalación portuaria, entre otros estudios necesarios para la instalación de infraestructuras.