Diferentes circunstancias económicas y políticas han obligado a los analistas a rebajar sus previsiones de crecimiento para el 2019, aunque aún se sitúa entre el 3% y el 3,5%.
Las tensiones proteccionistas a nivel mundial y las pobres previsiones de la economía global marcan una tendencia hacia un crecimiento débil de la demanda de transporte marítimo.