La estabilidad de las rentas y el impulso del comercio electrónico hacen que cada vez más inversores vuelvan la vista al inmologístico europeo en plena crisis.
El nuevo estado de alarma permite que cada región establezca medidas de limitación de la movilidad que dificultan la actividad de un transporte que pide un único certificado para poder operar sin trabas.
Empresas de todo el planeta engrasan su logística para repartir la vacuna de coronavirus por todo el mundo en las mejores condiciones y a la mayor velocidad.
Los conductores estiman que sus condiciones de trabajo durante la crisis han sido pésimas, algo que ha podido tener efectos sobre el riesgo de accidentes.