El motor eléctrico va montado directamente en el eje trasero, que incorpora suspensión trasera independiente por muelles y convierte a la E-transit en un vehículo pensado para la carga.
Los vehículos prototipo que participarán en la prueba, ensamblados en Dunton, Reino Unido, serán variantes de furgoneta y chasis-cabina con conversiones con diferentes carrocerías.
Con una amplia gama de opciones en carrocerías y unos costes de mantenimiento que se reducen hasta en un 40% con respecto a un diésel similar, la E-Transit llegará con una autonomía de hasta 350 kilómetros a partir de la primavera de 2022.