Los resultados del año pasado, con un aumento del 32% respecto de 2017 remarcan que cada año se mueven más mercancías por carretera en la península ibérica
La presencia de flotas extranjeras de los países del Este en el transporte español supone ya casi una tercera parte del transporte internacional con origen o destino en España.
La tecnología, las energías alternativas al gasóleo, la conectividad y la conducción autónoma se configuran como retos de futuro para un sector que se asoma a una década que se antoja plagada de innovación.
Tal es la preocupación por la salida del Reino Unido de la UE que España ya ha preparado un plan de contingencia en el plano normativo, logístico e informativo.
En 2018 ha crecido la contratación, con más de 1,3 millones de contratos suscritos durante todo el año, y el número de afiliados a la Seguridad Social en el sector logístico y de transporte, que ya supera los 900.000.
Tecnologías que ya existen, cuyo uso tienen ventajas comprobadas, pueden ayudar a reducir comprobaciones, errores de información y facilitar a los mecanismos aduaneros su tarea.
Se trata de resolver cuanto antes los desafíos de la digitalización y robotización para evitar ciudadanos en nuestro país ‘excluidos con trabajo’ y ‘excluidos sin trabajo’.
Las nuevas demandas de los operadores para atender el imparable crecimiento del comercio electrónico y unos plazos de entrega cada vez más ajustados marcarán un nuevo curso en el que los proyectos seguirán concentrándose en Madrid, Barcelona y Valencia, aunque con la mirada puesta cada vez más hacia otras zonas de España con posibilidades de crecimiento y buenas comunicaciones con el exterior.