El transporte de mercancías por carretera en general, y el transporte frigorífico, en particular, se enfrentan a una encrucijada que necesita soluciones urgentes y la implicación de las diferentes autoridades para que el sector siga siendo competitivo.
La primera naviera del mundo de buques cargueros se pasa a los contenedores, un sector que se concentra también en el ámbito ‘reefer’ a raíz de las fusiones y adquisiciones que se han producido durante los últimos años.
La cooperativa creada por unos agricultores bretones en 1972 se ha convertido en un actor de primer nivel en servicios de Short Sea Shipping en el Canal de la Mancha con nueve conexiones semanales que unen los puertos de Santander y Bilbao con Portsmouth, Plymouth y Poole.
Las empresas de transporte frigorífico se suben al carro de la intermodalidad y apuestan por utilizar otros modos de transporte en ciertos trayectos con el fin de optimizar el servicio, mejorar costes y ganar competitividad.
El nuevo Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre, en España, y el Paquete Comunitario de la Carretera, a nivel europeo, están llamados a marcar el devenir del sector del transporte por carretera de los próximos años.
La exención de las restricciones al tráfico en España para el transporte de frutas y hortalizas ha sido el gran logro de Atfrie en este 2017, pero es sólo uno más de los proyectos y desafíos que la patronal del transporte frigorífico tiene sobre la mesa.
Grupag es el área de DHL que ofrece soluciones logísticas globales a temperatura controlada para productos hortofrutícolas, con un volumen anual de 1,2 millones de palets y 55.000 entregas en España. Ahora, esta rama de negocio inicia su andadura en Madrid.
El transporte frigorífico español es un sector maduro, preocupado por la calidad de servicio y enfocado en ofrecer a sus clientes servicios de valor añadido. El presente y el futuro del sector pasa por mantener un crecimiento adaptado a la demanda y flexible para poder responder a los picos estacionales.