Los clientes están tratando de acelerar sus operativas ante una posible prohibición de los suministros rusos, el aumento de los costes del bunkering y el incremento de las primas de riesgo.
Los pedidos de nuevos buques de carga han crecido con fuerza en 2021 y podrían alterar el equilibrio entre oferta y demanda en el transporte marítimo internacional en los próximos años.