Tras un 2021 de fuerte recuperación y un 2022 que se vislumbra intenso, la carga aérea mira a los retos de futuro que suponen la sostenibilidad, la modernización y la seguridad en sus servicios.
IATA espera que la carga aérea crezca un 13% el año que viene, aunque los servicios internacionales podrían seguir limitados por restricciones de movilidad.
Iata estima que los altos volúmenes de carga aérea mundial y la falta de capacidad amenazan el pico estacional de fin de año con cuellos de botella a medida que se incrementa la actividad.
La carga aérea mundial mantiene su solidez en julio e Iata pronostica un buen final de año, aunque pendiente de la evolución de las nuevas variantes de la pandemia.
La fuerte demanda impulsa a la carga aérea mundial a superar los niveles anteriores a la crisis sanitaria, con una oferta todavía reducida por la escasez de bodegas disponibles en vuelos de pasajeros.
La demanda de carga aérea mundial se mantiene al alza en los últimos trece meses, mientras que la capacidad sigue afectada por la escasez de vuelos de pasajeros.