La mayoría de los centros de distribución para productos de gran consumo cuentan con pocos recursos tecnológicos y siguen funcionando con estanterías, carretillas y, como mucho, sistemas de picking por voz.
Hasta hace poco, comprar por internet era algo muy novedoso, reservado para ciertas compras, como libros o música, que realizaba un perfil de comprador joven y nacido en la era digital.
El mayor riesgo reside en la dependencia del proveedor de servicios después del período contratado y en la pérdida de control sobre ese tipo de operaciones.
Se evaluará el futuro de la distribución urbana como consecuencia del crecimiento de las ventas on-line y la necesidad de compatibilizar esta situación con la creciente preocupación por el cuidado del medio ambiente.
El consumidor cada vez es más exigente y quiere esperar menos tiempo desde que compra un producto hasta que lo recibe en su casa, porque también dispone de menos tiempo para recibirlo.
Realizar este proceso utilizando herramientas informáticas cotidianas resultaría demasiado complejo y lento para la mayoría de las empresas debido a la gran cantidad de información requerida.
La empresa postal Suiza está invirtiendo en la contrucción de tres nuevos centro de distribución regionales para hacer frente al crecimiento ligado al e-commerce.